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¿La sociedad tiene conciencia?

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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Hay diversas fechas a lo largo del año en las que hablamos de la mujer, de las diferencias en los salarios entre hombres y mujeres, de las vejaciones que éstas sufren e incluso del número de mujeres asesinadas a manos de la violencia de género. Lo oímos en las noticias día trasotro, vemos el dolor en las familias, la incomprensión del entorno y publicamos fotos y lazos en nuestras redes sociales para apoyar a esa gran lacra que, desgraciadamente, tenemos en nuestra sociedad.

Lo peor es que pasan los meses y los años y seguimos hablando de lo mismo. Y además queremos que “la sociedad tome conciencia de lo que está ocurriendo”, pero yo me pregunto ¿a qué conciencias nos estamos dirigiendo? Porque hay algo que está fallando, o es la información, o es el emisor o es el receptor, pero hay un pequeño detalle que se nos está yendo de las manos, como las vidas de esas mujeres y, lo que más duele, la vida de esos niños que mueren por venganza o tienen que ver morir a sus madres.

Me enseñaron en el colegio que si alguien no me entendía no era culpa de la otra persona, sino mía porque no me estaba dirigiendo con un lenguaje correcto; eso es lo que creo que está pasando. Aquellas personas que en su cabeza perturbada oyen ciertos argumentos, lo único que pueden conseguir es que en vez de reflexionar, tomen ideas de cómo hacerlo y cuándo. Luego tomemos decisiones importantes, porque nadie puede entender que alguien a quien se le ha denegado la orden de alejamiento de su pareja por miedo a perder la vida, luego la pierda.

Habrá que empezar por detalles que parecen estadísticas, la mujer gana menos que los hombres ¿pero, por qué? Debe de estar prohibido en todas partes.

Las mujeres se ocupan de los hijos ¿pero, por qué? ¿Tenemos un gen diferente a los hombres? O los hombres están felices porque saben que alguien se ocupara de sus vástagos como por arte de magia.

Las mujeres se ocupan de los hogares ¿pero, por qué? ¿Es el mismo gen anterior? O es más fácil no intentarlo para que la mujer se ponga nerviosa y lo termine haciéndolo.

Si desde pequeñas nos están educando con diferencias y sin que se nos respete, ¿por qué todo el trabajo tiene que recaer en nosotras mismas y hacernos respetar?

Me da tanta rabia que tengamos que seguir hablando de estos temas que me dan ganas de gritar.

Y por último voy a contar la última anécdota que he tenido ayer mismo y casi todos los días. Llaman a la oficina y lo coge una voz de hombre, preguntan por el encargado financiero, les pone en espera y me lo pasan, la voz de hombre pasa a ser voz de mujer y entonces me dicen “que ellos han pedido hablar con el responsable financiero” a lo cual, un poco ya enfadada, digo que lo han pasado. Veo que no se lo creen y entonces sale de mi boca el demonio que llevo dentro y que además por culpa de los cambios hormonales tengo facilidad en sacar y les digo que si tienen algún problema con que sea mujer, ahí ya se ponen nerviosos y quieren rectificar, pero para mí ya se ha terminado la conversación. Estoy cansada de este tema, pero estoy viva.

El 25 de Noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, a fecha de que escribo este artículo creo que ya van 48 mujeres muertas este año.

Si hay algún problema de entendimiento, por Dios, que alguien haga algo, porque lo que está pasando no es justo.

En memoria de todas las mujeres, vivas o muertas, que sufren la incomprensión y viven con miedo y sin disfrutar de la vida.

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Gorda, gorda, súper gorda

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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Esta entrada se la dedico a todas las aquellas personas que, por un motivo u otro, han engordado alguna vez en su vida.

Yo hace unos años engordé lo que no está escrito. En los dos últimos años, además y al dejar de fumar, la cosa fue a peor: parecía un luchador de sumo, así había cambiado mi cuerpo.

Lo peor de todo es que tenía que asistir a convenciones, reuniones, visitas con clientes, etc. con esta carga encima, literalmente hablando.

Parecía que me había comido a mí misma.

Al mismo tiempo, las enfermedades se hacían presa de mí. Las rodillas no aguantaban mi peso, el hígado lo tenía graso, el colesterol por las nubes… Malas noticias.

Me puse a hacer ejercicio y me parecía a Don Pimpón de Barrio Sésamo. Los que son de mi edad, me entenderán; los que no, googleadlo y me entenderéis.

Era incapaz de dar saltos. Los que me han visto bailar se quedarán ojipláticos, pero es que es súper difícil hacerlo con varios kilos de más.

No sabía pintarme, mi cara había cambiado de forma, y eran muchos años pintándome de otra manera y no daba con la tecla necesaria.

La ropa me costaba mucho dinero, ropa de tallas especiales, con la misma talla en algunos sitios parecía que iba a explotar como un globo y en otros me estaba grande.

Parecía una mesa camilla vestida. Era la Ramona en el siglo XXI.

Ninguna dieta surtía efecto, siempre con lechuguita y con todo a la plancha, pasando hambre no, lo siguiente. ¿Y para qué? Para adelgazar 100 gramos que, en cuanto me descuidaba, volvía a recuperar con 400gr extra.

Aunque el tamaño era grande en circunferencia, pasaba al lado de la gente y no me veían, me daban con las puertas en las narices, pero literalmente, que no exagero. No existía y mira que se me veía.

El año pasado me marché a un balneario especial para intentar bajar de peso. Una semana de pasar mucho hambre, ejercicio al máximo, y al final, unos pocos kilos menos, pero vamos que digo kilos por no decir gramos. Eran las fiestas del pueblo donde estaba el balneario y yo quieta sin salir, sólo pensaba en que pasaran las horas para que llegara la siguiente comida. Dos hojas de canónigos con unas migas de merluza, acompañadas por un tomate cherry.

¿Cómo pueden decir que así se es feliz? Imposible. Por lo menos, yo no lo era.

En febrero empecé un régimen que, gracias a Dios, me está haciendo volver a mí ser. Si bien parezco una monja de clausura porque no salgo a la calle por no pecar, por lo menos se están viendo los resultados.

Ya me vuelvo a pintar y reconozco mi cara, utilizo de nuevo los tacones, las rodillas están muy bien, el hígado perfecto, el colesterol ¿qué es eso?, la ropa me vuelvo a poner la mía de hace 8 años y me puedo comprar ropa en todas aquellas tiendas baratas pero que el tallaje también es pequeño, y me vuelven a abrir las puertas porque me ven.

Vuelvo a ser persona. Y que conste que no digo que el que esté más fuerte no sea persona, es simplemente que yo no me sentía como tal; cada uno se tiene que sentir como quiere sentirse y yo ahora estoy cada día más cerca o más bien, cada kilo más cerca del reto.

Lo importante es ser feliz y yo lo soy. ¿Y tú? ¿También lo eres? Es lo único que importa, porque la vida nos puede sorprender en cualquier momento. Vive como quieras vivir y goza todo lo que puedas y mucho más, siempre y cuando te dejen.

¡Feliz Día, amig@!

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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El 30 de Julio de cada año se celebra el Día Internacional de la Amistad, una jornada que no sólo hace referencia al intento de fomentar la amistad entre las personas, sino también entre los pueblos, los países y las culturas.

Como ocurre con otras celebraciones, las buenas intenciones entre amigos no deberían demostrarse sólo durante este día, sino durante el resto del tiempo: todos los días, de todos los años.  ¿Tan difícil es?

Continuamente vemos informaciones que hacen que sea cada vez más difícil que prospere la amistad, el respeto o la empatía. Todos estos conceptos parecen que cada día son más lejanos. De hecho, surgen a diario más “antis”, esas personas que creen que la mejor manera de defender sus ideas, sus colores o sus ilusiones es hacerlo a costa de insultar al prójimo, a los que no piensan como ellos. Se equivocan.

Hace poco le dije a una sobrina-nieta mía, “puedes ser del equipo de fútbol que quieras, eres libre, pero no seas anti ningún otro equipo de fútbol”. Y es lo que pienso, no sólo en los deportes, también en el resto de relaciones que tenemos entre los seres humanos.

Para convencer de tus ideas no hables o insultes al contrario, utiliza la inteligencia, la lógica, la vida, pero nunca la fuerza ni las mentiras, porque al final habrán personas que te sigan cual corderos, pero no serán verdaderos amigos, colegas, seguidores, partidarios o lo que se crea conveniente.

Personalmente prefiero a aquellas personas que me dan razones para hacer cambiar de opinión, que no a aquellas que me dan la razón por ser como soy. Me encanta rodearme de inteligencia y si puede ser mayor que la mía, mucho mejor, aprendo a aprender. Las personas que no me aportan nada no las quiero a mi lado. Puede ser el campesino del pueblo de madre, la costurera del lugar de vacaciones, la panadera del barrio o el profesor de universidades, todos nos pueden enseñar algo bueno e importante, sólo hay que saber escuchar.

Amig@s verdaderos hay pocos, siempre se dice, pero ¿qué esperamos de los amigos? ¿Esperamos lo mismo que les damos? O, ¿esperamos mucho más de lo que les damos? Esto es muy importante, porque hay gente que no da nada por los demás, pero en cambio quieren recibir todo.

Tengo grandes amigos y me siento orgullosa y contenta, también tengo la suerte que me duran en el tiempo, pero como le digo muchas veces a mi hija, me da envidia que ella tiene a sus amigos del colegio y/o universidad conectados en el Facebook, porque yo por desgracia el paso del tiempo y cambios de lugares, he perdido muchas amistades que no me importarían recuperar.

Voy a contar una anécdota de una amiga de hace unos años. En un viaje de vacaciones entre varias mi amiga habló de un bulto en un lado del cuerpo; es de imaginar que le insistiéramos para que fuera al médico, y así lo hizo cuando volvimos a Madrid. Todo fue muy rápido a partir de ese momento, lo que tenía no era bueno y avanzaba muy deprisa. Se la ingresó en el hospital para darle un tratamiento novedoso. Tenía una madre mayor, una hermana con un niño pequeño y un hijo que estaba estudiando. Ninguno se podía quedar con ella por la noche cuando le ponían el tratamiento. Con el hijo acordamos las amigas que nos quedaríamos nosotras en esos momentos y él en otros. Y así lo hicimos. Yo me acuerdo que acababa de abrir la delegación de San Fernando de Henares y cuando cerrábamos allí, pasaba por casa, estaba con mi hija un rato y me marchaba al hospital a pasar las noches hasta la madrugada que volvía con mi hija para llevarla al colegio. Y así varias noches. Entre las amigas pudimos ayudarla a pasarlo un poco mejor. No voy a seguir con la historia porque el final, después de unos años atrás, no fue positivo.

Pero esa es la amistad, dar cuando se necesita, estar cuando lo ves en los ojos, sin esperar que mueva la boca, y reír con la felicidad de los amigos, familiares, etc.

Además, como he dicho en varias ocasiones, yo tengo un carácter muy raro, puedo discutir con una persona de manera muy fuerte y al rato reírme con ella e irme a tomar hasta una copa… Bueno, ahora ya no porque no bebo nada, pero me puedo tomar un té con hielo.

Por todo esto, ¡feliz día de la amistad! Que teniendo amigos, nunca te encontrarás sol@.

De cómo las crisis desenmascaran

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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Cuando todo va bien, cuando hay dinero, todos somos buenos e incluso inteligentes. ¡Qué fácil es navegar en la misma dirección que la corriente! Se hace una navegación cómoda, sin obstáculos y que permite disfrutar de la pesca de ganancias. Cuando el viento nos ayuda todo es menos complicado, pero ¡ay amigo cuando el viento cambia! Llega el monstruo, el coco, el susto. Y esta vez se hace llamar CRISIS. Y aquí es cuando todos nos quitamos las caretas.

  • El empresario al que antes podía tildarse de trabajador, ahora parece haberse convertido en el vago de turno. Durante una crisis hay que trabajar más, más horas y rendir en esas horas el doble que antes.
  • El que antes era inteligente, ahora, con la crisis, se ha vuelto un torpe. No era inteligencia, sólo le iba bien y se dejaba llevar. Ahora, cuando hay más necesidad, no salen las ideas ni las soluciones.
  • Antes de la crisis un individuo podía ser más independiente y estar algo más aislado; en estos momentos, todos somos más sociales, aunque sea a través de un móvil (hay que reconocer que, en persona, nos hemos aislado más que nunca).

¡Cuántas personas a las que tenía yo en un pedestal se han caído en estos años de crisis! Que triste me hace estar toda esta situación.

En estos momentos es cuando más patente se hace las carencias de inteligencia y la falta de buenas ideas. ¿Y cómo logran entonces las personas (algunas) mantener sus puestos? Pues a base de “ordeno y mando”. Algunas incluso me han recordado en alguna ocasión a aquellos dictadores que mandaban al paredón a aquellos que hablaban con sinceridad y exoneraban en cambio a los que aplaudían sus actos cual marionetas por miedo a las represalias.

El problema de estas personas, las que ostentan el cetro con soberbia, es que además no saben escuchar. Y se les va a pasar el arroz, si es que no está ya más que seco…

Soplan nuevos vientos y, aún así, parece que lo de escuchar verdades todavía no gusta. La verdad es difícil de digerir en muchos casos y, ni siquiera todos aquellos que presumen de ser abanderados del diálogo, soportan las cosas dichas sin tapujos. Con todo lo abiertos que creemos ser, ¿cómo saltamos de esa manera a la primera de cambio? ¿Qué clase de resorte nos ha “crecido” al final de la espalda?

Lo bueno que conlleva todo esto es que ahora nos conocemos más. Las caretas han resbalado y las falsedades han aflorado, regadas por la crisis. Una vez se disipa la nebulosa, todos somos capaces de ver qué sitio ocupamos en esta galaxia. Y esto es también algo muy difícil de averiguar: cúal es nuestro sitio en el mundo.

El sitio que cada uno tiene es muy complicado, por eso se pierde mucho tiempo también en poner a las personas en su sitio. Y no lo digo por aquellos que, por arrogancia y egoísmo, sólo saben quejarse de los demás sin ver los defectos propios; lo digo por aquellas situaciones en las que no sabes sin ponerte en una silla cerca de alguien que puedas aprender algo o presentarte en algún sitio que a lo mejor ya no debes, o todas aquellas situaciones que hace unos años eran normales y queridas y ahora con otros problemas, son diferentes.

Pero las caretas se han caído, o más bien se han transformado, convirtiéndose en tapones para los oídos, en vendas para los ojos y en pañuelos para las bocas.

Los tiempos están cambiando, nuevos aires entran por las ventanas y hay quienes todavía no se han enterado y quieren seguir viviendo de las rentas, del pasado, sin avanzar en la vida.

¡Qué pena siento por ellos! Pero al mismo tiempo ¡qué alegría para las nuevas ideas! Todo esto hace que mis horizontes se amplíen, con aciertos o errores, pero me siento viva y quiero seguir rodeándome de personas que sigan creciendo con esta nueva oleada.

¿Os dais cuenta de la moda? Se vuelven a llevar aquellos modelos de los años 60 ó 70, pero con tintes actuales. Pues así es mi vida ahora. Toda la experiencia de mis años anteriores ha valido para seguir luchando, sin miedo a los cambios, y saliendo a diario de mi zona de confort.

Y lo mejor de todo, ¡lo que me queda todavía por aprender, vivir y gozar! ¿Te apuntas al cambio? Juntos podremos superar todos los obstáculos físicos y mentales.

Yo me apunto.

¿Dónde está lo urgente?

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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Una de las cosas que ha traído la crisis es la desaparición -o casi desaparición- de todo aquello que se considera urgente. Desde que empezamos en el mundo del transporte nos hemos acostumbrado a que las cosas sean siempre para ayer. Hemos enfocado todos nuestros esfuerzos hacia la urgencia y puesto todos nuestros sentidos en lo importante que son todos los envíos, siempre pensando en todo lo que hay detrás de ese envío: personas con un alto grado de necesidad.

Antes no importaba pagar lo que fuera, lo más importante siempre era el envío, la urgencia del envío. Y, tras años perfeccionando este tipo de servicio, va y llega la crisis y convierte todo aquello que antes era tan importante y urgente en algo que ahora puede esperar,  siempre y cuando el trámite resulte lo más barato posible.

En estos momentos, además, nos enfrentamos con otra paradoja importante: en algunos casos, como cuando realizamos nuestras compras por Internet, no suele existir una urgencia real real pero, aún así, queremos que se nos entregue nuestro pedido el mismo día, porque tenemos una gran necesidad de tenerlo YA en nuestras manos.

Pensando solamente en algunos casos y siendo yo también usuaria del entorno e-commerce, es lógico pensar que el zapato que he comprado a través de la web -y que además me han ofrecido traerme a casa- lo quiera no para mañana sino para ayer, es muy importante para mí y lo quiero y punto.

Y nuestra estructura de trabajo se nos rompe porque lo que para nosotros antes era urgente ahora es la crema de celulitis, la ropa hecha a mano, los patucos de crochet, el disfraz de este año, el kit para realizar scrapbook, y lo peor de todo, es el regalo que he comprado deprisa y corriendo porque se me había olvidado y lo quiero tener porque sino se descubre que se me había olvidado.

Ya cada vez nos quedan menos empresas donde la urgencia sea como era antes, porque incluso esos envíos, ahora ya tampoco son tan urgentes, ahora pueden esperar.

En Nacex estamos haciendo ahora una campaña para estos envíos y viendo las fotografías me ha recordado aquellas urgencias que teníamos y la tensión de nervios que llegábamos a sufrir, porque hay que decir que cada envío de este tipo era como un pellizco en el estómago y todos estábamos pendiente de su perfecta ejecución. Para no aburrir, voy a contar sólo algunos casos que se me viene ahora a la cabeza.

Hace años hubo una alerta de algunos casos de meningitis en niños. La televisión daba la información a cuenta gotas intentando no alarmar a la población, pero nosotros estábamos comprobando como las vacunas viajaban urgentemente a todas las ciudades de España y no se podía esperar. Pero sobre todo recuerdo un caso en concreto donde había que llegar al aeropuerto con un buen número de vacunas para la parte sur de España. Hasta el avión nos esperó a que llegáramos, todo el mundo pendiente de la problemática que se tenía si no se enlazaba con tiempo. Para poner más tensión se nos decía que los niños las necesitaban y que era de vida o muerte y teniendo en cuenta que siempre con un dolor ajeno se llega a sufrir, cuando se habla de niños y eres madre, el dolor es infinitamente mayor.

Otro caso que teníamos es las famosas cánulas para el corazón o para cualquier tipo de operación que lo necesitara. Muchas veces es mejor no tener conocimientos de la verdadera realidad y todos pensamos que cuando vamos a ser operados tienen material suficiente para reponer en el caso de un accidente en plena operación. Pero luego la realidad puede ser muy diferente y eso lo hemos vivido y sufrido. Cánulas que se rompen en plena operación y no hay repuestos en el lugar, prótesis que no cuadran, etc., etc., no voy a seguir con estos ejemplos para dejar a todo el mundo con la misma ignorancia que yo tenía antes de vivir estas cosas.

Esto me hace recordar también un tema que aunque no tiene mucha relación con lo urgente, sí tiene que ver con los controles en los hospitales. Nosotros cuando entregamos la mercancía en casi todos los casos tenemos que pasar por el almacén correspondiente y hacer la cola de todos los transportistas que hay para hacer entrega de un paquete, y lo mismo da que sean camiones grandes llenos de mercancía como furgonetas con un paquete. Esto se hace para tener un control de lo que entra (aunque yo añado que lo importante es que se tuviera un control de lo que sale). Pues con estos controles, cuando en una operación de mi madre, estuve en una planta durante más de una semana, durante todo ese tiempo vi como las cajas estaban en los pasillos sin que nadie los llevara al pequeño almacén de la planta y cualquiera podría coger lo que quisiera porque ni había vigilancia ni a nadie le preocupaba que desapareciera y además sin control higiénico. Y yo pensaba el tiempo que pasamos nosotros esperando que nos cojan los envíos y cómo estaban allí medio tirados. En esos momentos también estábamos resolviendo una reclamación en el que nos indicaba que faltaba productos del interior, estuve a punto de mandar fotos al cliente para que me dijera cómo podía saber si se habían perdido en el transporte o si se había perdido en el mismo hospital y/o clínica. Gracias a Dios, al final la reclamación fue una falsa alarma.

No me voy a alargar más en el tema, pero las urgencias que ahora tenemos no son ni cercanas a las de hace unos años, pero lo que si os digo es que las de ahora nos crean mucha tensión porque, como ya he comentado en otras ocasiones, tenemos que aguantar los gritos, enfados, malos humos, complejos, etc. de todas las personas que quieren su compra en el instante en el que levantan la mano del teclado. Y el problema es que con este tema y con la bajada de los precios sin tener en cuenta el trabajo de las personas, los culpables han sido las mimas empresas del transporte, que por quitar el mercado a otras, al final, el único razonamiento que han tenido es la bajada de precios, y ahora se vive del particular haciendo su compra por Internet.

La urgencia de las empresas es directamente proporcional al precio, y si el precio es pequeño, se resignan con el trabajo realizado, por ese precio no tienes derecho a quejarte.

Pero nosotros seguiremos dando calidad, porque seguimos pensando que:

  • Existimos y hacemos nuestro trabajo para quitar sufrimiento a los clientes.
  • Reforzamos la marca de los clientes, dando un buen servicio se da una buena imagen.
  • Con nuestro trabajo buscamos crecer junto con los clientes. Si al cliente le va bien, me irá bien a mí.
  • No buscamos ser el mejor, queremos ser el adecuado para el cliente. Y para eso queremos conocer sus necesidades y nosotros le damos las soluciones.
  • No somos los más inteligentes, ni los más baratos, pero siempre estamos intentando adaptarnos mejor a los cambios. Y además lo hacemos.
  • No vendemos humo, demostramos nuestra profesionalidad en nuestro trabajo diario.
  • No vendemos nuestros servicios tirando por tierra lo de las otras empresas. No queremos palabras queremos hechos y eso se demuestra trabajando. En cuanto el cliente nos prueba, es muy difícil que quieran marcharse con otra empresa.
  • No nos gastamos dinero en grandes publicidades, es nuestra calidad la mejor publicidad, el boca a boca.
  • No pensamos en los problemas, solo tenemos soluciones y nuestras mentes están preparadas para ello. Con los problemas nos crecemos y con las soluciones vivimos.
  • Todos los días aprendemos, salimos de nuestra zona de confort. Escuchamos, analizamos, resolvemos y actuamos. Es nuestro trabajo y nuestra vida.
  • Vivimos con el respeto como bandera, y somos los reyes de los silencios y así no seremos los esclavos de nuestras palabras.

No soy nadie sin ti

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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Hace mucho tiempo que quiero hacer una entrada para mis clientes. En algunos momentos he hecho referencia a ellos, de una manera o de otra, pero tengo que declarar que mi vida gira alrededor de ellos. Los hay de muchos tipos: los que se sienten mejor hablando con un hombre, los que están queriendo que nos enfrentemos con la competencia a ver si consiguen unos precios mejores, los que no quieren problemas,… Pero igual que digo con mi personal, que son los mejores del mundo mundial -salvo pequeñas excepciones- mis clientes son los mejores. Y las excepciones son aquellos que me han querido engañar y me han dejado a deber dinero, porque para mí no es justo, yo te he hecho el trabajo, que mínimo que me lo pagues. El problema es que yo tengo mentalidad de pobre, por lo tanto, no podría dormir sabiendo que debo dinero a alguien, pero los hay expertos en engañar y duermen tranquilamente. En televisión vemos todos los días ejemplos, aunque yo algunas veces les deseo que por lo menos les salgan almorranas.

Pero esta entrada sólo se la quiero dedicar a mis clientes especiales, algunos llevan conmigo muchos años, otros son de reciente incorporación. Y no son especiales porque facturen mucho, nada de eso. Mis clientes son todos importantes tanto si facturan poco como si la factura sale de muchas hojas. Yo me refiero a todos aquellos clientes, que aún siendo duros y exigentes, saben apreciar la calidad y que son conscientes de que su tranquilidad es nuestro trabajo.

No puedo nombrarlos por la Ley de Protección de Datos, pero estoy convencida que ellos cuando lean estas páginas, si las leen, sabrán que les estoy mirando a los ojos, aunque a muchos les haya visto pocas veces, porque siempre se relacionan más mis comerciales, pero en ocasiones “hago chas y aparezco a su lado”, como dice la canción.

Estos clientes son capaces de valorar el trabajo que hacemos por ellos diariamente y se conoce su grandeza porque son los mismos que nos felicitan cuando hacemos gestiones extraordinarias, porque se dan cuenta que lo que se ha conseguido es muy difícil, que se acuerdan de nosotros en las Navidades y nos felicitan como personas que somos, que se acuerdan también de la lotería y nos intercambiamos números, y que también se sienten contentos de que vayamos creciendo y superando las crisis, todos juntos. También son los más severos, y en cuanto existe una mínima desviación, ya se sienten en peligro y nos dan un toque, pero es normal, yo estoy para quitarles sufrimiento, ellos se tienen que ocupar de su trabajo y aquí estamos nosotros para hacérselo mucho más fácil.

Pero somos personas e igual que aguantamos los enfados, nos alegran el día cuando nos dicen algo amable.

Me acuerdo de que en este año, cuando el día de los enamorados, regalamos a todos los que pudimos una rosa. Los conductores fueron a entregar con una sonrisa, el cliente lo recibió con muchas más sonrisas y las llamadas para los administrativos fueron tantas que todo el día estuvimos con una gran sonrisa en nuestras bocas.

Hay alguno que siempre que me llama me pilla de vacaciones, pero eso llega a ser una tradición, pero no importa, porque estamos para lo que haga falta, dentro de nuestro sector ¿eh?

Hay una cosa que nos pasa a todo el mundo, para quejarnos estamos siempre dispuestos, tenemos un resorte en nuestra parte de atrás, donde termina la espalda, que por una mirada, un tono más alto o más bajo, por un levantamiento de cejas, por una risita, o por una frase, hace que nuestra cara se cambie y se transforme en el ogro que todos llevamos dentro. Y en Navidades, y todavía no tengo la explicación, más todavía. La gente está más irritada y enfadada y se nos olvida sonreír, dar las gracias o decir lo siento.

Lo que cuesta es ser amable y transmitirlo por escrito o por una llamada, por eso hoy, dedico mi entrada a los clientes Nacex que saben apreciar el buen trabajo y la calidad ante la avalancha de ofertas que hay empresas que si siguen bajando el precio, al final van a tener que pagar al cliente ellos, en vez de al revés.

Gracias a todos porque sin vosotros, ni mi personal ni yo existiríamos, no seríamos NADA NI NADIE.

Vuelta al ‘cole’

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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Ya estamos en Septiembre, empezamos un nuevo ciclo. Después de unos momentos de relajación y espiritualidad, toca pensar a dónde nos lleva nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra vida. Te cuesta volver a la lucha continua, pero la realidad te golpea y tienes que seguir adelante, no parar y, sobre todo, no retroceder ni para coger fuerza. Cuando me pongo filosófica te entra la duda de si vas a ser capaz de lograrlo en algún momento. Las metas, cada vez te cuestan más de llegar, y no por uno mismo, sino por las piedras que te ponen en el camino. Las saltas, las rodeas, las rompes y, ¡jolines!, vuelen a salir. Si no son las mismas son otras nuevas, pero siempre luchando, luchando y luchando. Pero para eso estamos en este mundo; hasta la gente que lo tiene todo tiene que seguir luchando, primero para no perderlo y segundo para tener más.

Por todo esto es muy importante recargar pilas, volver a tener ilusionarte con algo, aunque sea una tontería, y luchar por conseguirlo.

En mi vida particular, por ejemplo, después de pasar unos días en el balneario donde me mataron de hambre (no se me va a olvidar nunca), vine con muchas cosas positivas y con ganas de apuntarme a una piscina para seguir ejercitando mi cuerpo. Pero las piedras salieron del escondite. Yo quería un sitio que pudiera ir a nadar libremente, cuando quisiera y que claro no fuera muy caro. ¡Imposible! Tienes que pagar una cuota enorme para utilizar todos los aparatos, todas las plantas, todas las piscinas… Pero yo solo quiero una piscina, pues va a ser que no. Bueno, pues voy a mirar las municipales, geniales, cerca de casa, buenas instalaciones, pero no abren los fines de semana… ¡Pero si es cuando más tiempo tengo! Pues nada. Me voy a otra municipal, me quedo asombrada, ¡no es posible que sea municipal! Inmejorables instalaciones, en una zona residencial cara, 3 plantas de balneario, todo tipo de piscinas, saunas, solárium, todo de todo. Los ojos me hacen chiribitas, no me lo puedo creer. Está genial, la única gorda soy yo, pero no me importa, lo conseguiré. La única blanca de no haber ido a la playa también soy yo, el solárium funciona. La verdad es que todos o casi todos eran hombres, metrosexual, bueno, eso para la vista no es desagradable. Pero llega el momento del precio, es municipal, no puede ser caro y entenderá lo que yo quiero, pues NO, tiene el mismo precio que una particular que está cerca, y otra vez lo mismo, es para todas las instalaciones. La verdad es que si estuviera jubilada (Laura date prisa en sustituirme) me podría pasar todo el día allí perfectamente. Empezaría con entrenamientos para sudar, un poco de natación, sauna, jacuzzi, otro poco de natación con burbujas, nadar contra corriente, comida en el restaurante, más ejercicio… y a cenar a casa. Pero es que no tengo tanto tiempo y me parece muy caro para ser municipal. Es decir, las instalaciones las pagamos todos los madrileños y lo utilizan los que pueden pagar ese dinero y además les saldrá barato claro.

Así estaban de morenos todos, esto no es justo, si es municipal es para que pueda ir todo el mundo.

Acabo de recibir una visita que me ha hecho mucha ilusión. Ha venido a visitarnos Manu, un antiguo trabajador mío. Tiene la misma edad que mi hija y, cuando le hice la entrevista para el trabajo, era reponedor de productos en unos grandes almacenes, pero me dijo que le diera una oportunidad y así lo hice, me gustó lo lanzado que era, cómo he hablado en otras ocasiones, la valentía de la juventud. Entró en la 2801 y lo hacía todo muy bien, aunque algunas veces tenía unas pedradas mentales y se cogía el cesto de las chufas, pero muy bien trabajador. Luego le pasé a la agencia de Tres Cantos, antes 2821, y ahí estuvo incluso hasta cuando la vendí. Pero lo bueno de él es que en un momento dado decidió volver a estudiar, le acoplamos los horarios para que lo pudiera hacer y hoy, que ha venido a visitarnos (ya no trabaja en Tres Cantos), me ha dado una gran alegría, no sólo se ha sacado el graduado sino que ha terminado el módulo de auxiliar de enfermería y se está pensando hacer el acceso a la universidad. Bravo Manu. Esto es de lo que quiero hablar, te pones metas, te tiran piedras o te las tiras tú mismo, ¡pero que cara de felicidad tienes hoy por haberlo conseguido!

Me siento muy orgullosa de haberlo ayudado, aunque sea dándole facilidad de horarios. Llegarás lejos, muy lejos.

Siguiendo con la vuelta al “cole”, con relación al trabajo, estamos en la misma situación. Pensando en las metas a conseguir, sorteando las piedras o golpes y para adelante, como los de Alicante.

Sólo añadir que después de lo de las piscinas, mi entrenador me puso ayer con el boxeo, bueno para hacer ejercicio y sobre todo para sacar el estrés y los nervios, todo esto lo utilizaré para machacar a todas aquellas piedras que me encuentre en mi camino o que alguien me quiera tirar, que empiezo un nuevo curso y tengo que seguir creciendo en todos los aspectos, menos en uno, tengo que menguar en tamaño, y juro que lo conseguiré.

Y ahora os dejo, porque el gracioso de mi entrenador me ha nominado para el reto del cubo de agua fría contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y me toca mojarme y hacer el donativo pertinente. Pronto lo podréis ver, si el vídeo sale correctamente. Lo publicaremos en nuestra web, como siempre.