Archiv para 2013

Muy contentos de haber participado en el Duatlón Solidario Holmes Place. ¡Y de los resultados!

Escrito por Liberación 2000. Posteado en Noticias

Duatlón Cross Solidario Holmes Place

Como os contamos en una de las anteriores noticias, el pasado sábado participamos y colaboramos con el Duatlón Cross Solidario Holmes Place, un evento deportivo que destina el dinero recaudado a la Fundación Isabel Gemio para la investigación de distrofias musculares y otras enfermedades raras. Fue un honor poder estar en este acontecimiento. Y la participación de nuestro deportista todo un éxito.

¡Cuánto quiero a mis clientes!

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Clientes Liberación 2000

Tengo que reconocer una realidad importante en todo negocio. No somos nadie sin los clientes. Para mí, además, los clientes son “El Cliente”. Dentro de procesos comunes, me tengo que adaptar a cada uno de mis clientes individualmente. Todos son importantes y únicos. Es por eso, que se les intenta dar todo aquello que es una necesidad para ellos, no sólo con el servicio propiamente dicho, sino también con todo lo suplementario de nuestra relación contractual. Voy a poner algunos ejemplos:

  • Una gran empresa, con muchos departamentos/centros de costes, puede querer una sola factura con muchas páginas. ¡Así se lo damos!
  • Puede querer que se lo pasemos a formato Excel para poder manejar los datos más cómodamente. ¡Se lo entregamos también!
  • Puede querer que salga una factura diferente por cada departamento o centro de coste para que cada uno de su conformidad de sus gastos. Pues, ¡lo hacemos!

Es decir, facturas a la carta según el cliente. Y si no lo tenemos, estamos dispuestos a pasarlo al departamento de informática para hacerlo, porque en Liberación 2000 disponemos todos los departamentos necesarios para adaptarnos a las necesidades de los clientes.

También tenemos a varios niveles de clientes. Por una parte, el Franquiciador nos tiene a las franquicias como clientes. Por otro lado, nosotros tenemos a nuestros propios clientes. Y siempre estamos mejorando, como he dicho antes, para que las relaciones entre todos sean lo más claras y detalladas posibles.

En otras empresas se suele dar un precio llamativo para el cliente, y a lo largo de sus facturas, se puede comprobar cómo se va incrementando este precio con otros detalles como kilometrajes, segundas entregas, costes bolsas, etc.

En cambio, nosotros siempre hemos luchado para que todo esté en el precio acordado, sin más sorpresas. Además, en nuestras facturas viene hasta un desglose según servicios.

También hacemos todo tipo de estadísticas, y con nuestras integraciones, damos la oportunidad a los clientes de que se las hagan ellos mismo.

En definitiva, lo ponemos todo a la disposición de los clientes.

Tengo que decir, pero, que en estos años que he estado al frente del negocio, los clientes han cambiado mucho. Sobre todo en estos años de crisis.

Cuando al principio de todo, salimos a buscar clientes como locos, que además tenían que confiar en nosotros porque no se sabían ni nuestro nombre, era un tipo de cliente que nos ponía a prueba continuamente. Lógicamente, nosotros hacíamos todo lo posible por cumplir con sus exigencias. La calidad y la eficiencia era lo que más les preocupaba. Estaba claro que el precio era el adecuado para lo que se pedía.

Yo pongo siempre un ejemplo, y al ser mujer es muy visual: no puedes intentar comprarte un traje Armani al precio de mercadillo. Si te compras el traje caro, en cuanto ves que una línea está un poco torcida, vas a reclamar, pero si lo compras en el mercadillo, aunque toda la anchura esté desviada, te callas y aguantas porque ¿qué es lo que quieres tener por lo que has pagado?

Eso nos pasa a nosotros. Se nos ha exigido mucho más que a los demás, pero lo gracioso es que hoy que todo lo que importa es el precio, se pide bajarlo pero se quiere exigir lo mismo que cuando se pagaba más, pero en cambio a las empresas baratas no se les exige incluso siendo el precio parecido al nuestro. ¿Alguien lo entiende?

Recordando a mis primeros clientes, siempre me viene a la cabeza uno que mi antiguo socio estaba deseando hacerle cliente. Yo me dedicaba más a la parte administrativa, facturación, contabilidad, etc., pero un día llamó el cliente para hablar con él. No estaba y no le pudimos localizar (hay que recordar que estamos hablando de que el móvil de esa época era un ladrillo que no era fácil de llevar a todas partes). El posible cliente quería la contestación a la pregunta en ese momento. A mí me temblaba todo el cuerpo. Una mala contestación significaba cerrar esa puerta para siempre. Al final, y ante la imposibilidad de localizar a mi socio, contesté y ¡eureka!, le gustó al cliente y se hizo abonado. En mi vida he sudado tanto como ese día. Era un cliente experto en el transporte y en todas las empresas de transporte. Nos puso e impuso muchos cambios, pero lo hicimos, y durante muchos años fue uno de mis clientes preferidos, porque con todas las exigencias que nos hizo, aprendí sobre el transporte más que otros en muchos años.

Otro cliente (que hoy también sigue siéndolo) estaba tan contento con nosotros, que tuvo que exponer un producto por toda España y sólo quería que por todo el país estuviera mi personal con su producto vigilando todas las etapas.

Eso es lo que buscan los clientes: confianza. Y eso es lo que nosotros estamos dispuestos a dar. Y además, añadimos tranquilidad.

Hoy he estado hablando con un cliente, nos hemos reído un poco hablando de todo esto y de la actualidad. Porque estamos cerca. “Piensa globalmente, pero actúa localmente”. No podemos solucionar los problemas del mundo, pero si hacer más agradable la situación cercana.

En la página web que hemos hecho en Liberación 2000 es lo que hemos buscado también. No sólo damos a conocer nuestros servicios y dónde estamos, también ponemos las noticias de nuestro entorno, de ayuntamientos, puestos de trabajo, cursos, eventos, etc.; y también sobre nosotros, el personal de Liberación 2000, porque somos personas.

Hoy en día, es un poco más complicado. Estamos cansados de visitas de comerciales, ofertas, regateos, etc. El perfil ahora es diferente, nos tenemos que adaptar. El consumidor ahora es digital. Todo lo hacemos con los ordenadores, móviles, Whatsapp y  redes sociales.

Con nuestro Facebook y Twitter es lo que queremos conseguir, conocer mejor a nuestros clientes y saber todavía más cuáles son sus necesidades.

Ahora no hay que buscar a los clientes, son ellos los que nos tienen que encontrar.

Supongo que a vosotros también os puede pasar lo que me ocurre a mí. Me llaman a cualquier hora para ofrecerme una rebaja, un nuevo servicio, y siempre contesto lo mismo, “no me molesten  ¿está en su web explicado? Ya lo miraré yo”. Y, ¿por qué Porque en el momento que a mí me apetezca lo miraré, lo comprobaré y lo aceptaré si de verdad me interesa. Pues lo mismo pasa con los clientes actuales y cada vez, según las nuevas generaciones vayan cogiendo los puestos de trabajo, se dirigirá hacia los nuevos métodos.

De todas las maneras, adoro a todos mis clientes (bueno a los que pagan). Gracias a ellos puedo mantener toda la estructura material y personal para darles un buen servicio. También tengo que decir que, hoy por hoy, el servicio Nacex/Liberación 2000 es el mejor que hay en el mercado, sobre todo por el amplio abanico de complementos que ofrecemos, el inmejorable control, trazabilidad, estadística, etc., para los envíos que nos depositan, que luego, en muchas ocasiones, se repercute en los clientes de mis clientes.

Carmen Ruiz Atienza

Las neuronas en funcionamiento continuo

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Trabajadores Liberación 2000

En cierta manera, son bastantes agradables estos recuerdos de tiempos pasados y también superados. Al escribir, me llego a asombrar de todo aquello que no sabía (que era mucho) y lo que, por desgracia, sigo sin saber. Porque en todos los trabajos, pero en el transporte, nunca se para de aprender.

Tengo una frase que repito muchas veces. Es la siguiente: “Este trabajo te tiene las neuronas en continuo movimiento todos los días del año”. Nunca descansas, siempre aprendiendo, siempre innovando. Ningún día es igual al anterior y menos al siguiente. No son de esos trabajos que son rutinarios. Además en Nacex estamos siempre con la máxima exigencia posible y la normal tensión por la continua mejora. Somos muy exigentes con nosotros mismos, los errores no están dentro de nuestro vocabulario, y si los hay, rápidamente ponemos los medios necesarios para que no se repitan. En otra entrada del blog explicaré todo aquello que no se ve, pero que hace que busquemos siempre la excelencia, como pone en la página web corporativa www.nacex.es:

“Nuestro objetivo es ofrecer más y mejores servicios, entendiendo la calidadcomo la única filosofía de trabajo posible, y creyendo en la satisfacción del cliente como un valor en sí mismo.”

Y así es como día a día, hora a hora, minuto a minuto, he tenido que aprender de todo aquello que incluso un día dije que no me gustaba, como por ejemplo la contabilidad.

En aquellos primeros meses de negocio tuve que aprender lo que significa una línea de crédito y una línea de descuento. Eso sí, también aprendí todas las comisiones que puede tener un banco. En este punto, me gustaría hacer una reflexión sin poner el dedo en la llaga de quien pueden ser los culpables de esta crisis que estamos sufriendo todos.

Lo del tema de los bancos es gracioso. Sabiendo de antemano que todo son negocios y que deben también ganar dinero, lo que me parece exagerado y un poco indignante es que según avanzan las nuevas tecnologías, todo lo hacemos a través de Internet:

  • Mandamos los recibidos y las nóminas
  • Hacemos las transferencias y los ingreses de los cheques, y como mucho, se los llevas a las oficinas personalmente
  • Etc.

¿Y todavía nos siguen cobrando comisiones? Sus propios programas están dirigidos a que tú te lo hagas todo, ellos casi no hace falta que tengan oficinas físicas. Y siguen cobrando y cobrando. Porque aunque te digan que no las cobran, al final, se inventan algo y lo hacen. Os cuento lo que me ha pasado en uno de esos bancos “rescatados”. Aparte de romper los acuerdos tenidos (lo entiendo porque me estoy yendo), pero seguir cobrando dichos acuerdos, me querían cobrar una comisión administrativa. Es decir, yo tenía, pongamos un ejemplo, tarifa plana al mes, que me la cobraban y al mismo tiempo la nueva. No te creas que quitan una y ponen otra. No.

Otra cosa que no entiendo de los bancos es cómo pueden sacar acciones a bolsa con un importe más elevado de lo que tenía que haber sido y aquí no pasa nada y seguimos para adelante. Tampoco entiendo a lo que se puede llamar cláusulas abusivas, si sean las que sean las cláusulas, las tienes que aceptar. Yo voy a comprar una casa y pido dinero al banco porque no lo tengo, si lo tuviera no haría falta que fuera al banco. Entonces me leo las cláusulas y puedo pensar que son abusivas, pero como no tengo una máquina de hacer dinero tendré que aceptarlas, ¿no?. Puedo ir a otro banco, pero por mi experiencia, cuando compras una casa, ya te dicen con el banco que tienen ellos la deuda, cambiar de banco a posteriori o incluso cambiar de sucursal dentro del mismo banco te puede ir la vida. Es decir, ya estás condicionado.

Pero voy a dejar de hablar de “política” porque mis palabras no llegan a ninguna parte. Por muy bien que hagamos los que estamos debajo de la pirámide nos tenemos que apretar el cinturón de tal manera que cambiamos hasta de color de piel. Como lo hagan mal los de arriba, a ellos no les pasa nada.

Siguiendo con el relato, y ya teniendo que hablar con los bancos, llegaron otros conocimientos, como por ejemplo, la contabilidad. Recuerdo que cuando tuve que dejar de estudiar para ayudar a mis padres económicamente, hice un curso de grabadora de datos, porque la contabilidad no me gustaba. Como dicen: “¿No te gusta el chocolate?, pues toma dos tazas”. No sólo he tenido que aprender que “entra por el debe y sale por el haber”, sino que tuve que aprender a utilizar los balances, a contabilizar, los mayores, etc., etc.

No contenta con ello, también tuve que aprender los programas contables para poder hacerlo, así como todos los cambios de leyes y de programas para adaptarse a las leyes, cursos de principiantes, medios, avanzados, todos los habidos y creados.

Y no solamente cómo contabilizas, sino también las nóminas, los convenios… En fin, todo lo relacionado con el personal y el resultado del negocio. Y todo también apoyado con una gestoría/asesoría.

Una lección que no me costó mucho aprender es la lectura de los BOE. Al venir de ser funcionaria, había leído bastantes leyes publicadas y normas. Ahora los devoro, pero sólo me voy a Justicia, para conseguir pillar a todos los que se declaran en concursos de acreedores, debido a que muchos de los administradores concursales se les olvida notificar el plazo para la comunicación de la deuda y eso hace que se pasen los plazos.

Ayer, en una reunión de Delegados, salió también este tema, los impagados. Se supone que entregar un talón es un delito, pues aquí tampoco pasa nada, la Justicia es lenta y no se llega a ningún puerto. En otro post recordaré un poco este tema, aunque prefiero olvidarlo y cobrar lo que me deben.

Podría exponer más lecciones que he ido aprendiendo, pero lo que me gustará más contar son las que aprenderé a partir de dentro de un rato. “Sólo sé que no se nada”. Frase atribuida a Sócrates aunque parece ser que quién se la atribuyó fue su alumno  Platón.

Esto es también otra maravilla de la modernidad. Hoy en día, no hace falta tener muchos datos en la cabeza, ni ser un experto en muchas cosas o en algunas, ni tener una carrera para tener grandes conocimientos. Todo está en Internet. Haces una búsqueda y encuentras todo aquello que te hace dudar, que ansías saber o que tienes una necesidad. ¡Cómo ha cambiado todo en estos años! Antes tenías a alguien delante de ti que decía las verdades como puños, que te dejaba con la boca abierta de los amplios conocimientos que tenía. Hoy en día, mientras que hablas consultas por Internet lo que está diciendo y sorpresa, NO ES VERDAD, pero eso sí, se lo está creyendo y lo dice con tanta seguridad, que el resto que no tiene Internet se lo cree y es Dios. Pero para ti, con tu tablet entre las manos, se acaba de caer el ídolo, la admiración, todo. Ahora hay muchos maestros en la red y eliges.

Y para poner el punto final a hoy, voy a escribir algo que también aprendí en uno de los últimos cursos que he dado:

Cada meta que se consigue nos da dos cosas:

  • Éxito;
  • Enseñanzas, porque el fracaso, si lo hubiera, también es un aprendizaje.

Carmen Ruiz Atienza

Nacex, crecex, te reproducex y muerex

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

No sin mi hija

Ahora que he empezado a describir aquellos “maravillosos” años en los cuales empecé a aprender todo lo relacionado con el mundillo de los negocios, me ha venido a la mente la frase que se inventaron la competencia para hablar de nosotros: “Nacex, crecex, te reproducex y muerex”. No se tuvo una idea brillante, pero durante muchos meses era la que se oía en todas partes. Tengo que decir que nos ayudó bastante, puesto que empezamos a decirla también nosotros y se demostró que además de tener ilusión teníamos humor. Poco a poco las empresas también nos empezaron a conocer por los de la “Diana”, por lo parecido que era nuestro logo a una diana del tiro de arco, por ejemplo. Todo era positivo, lo importante es que se hablara de nosotros, aunque fuera de esta manera. Nosotros teníamos que demostrar que somos buenos trabajando “La calidad es la mejor publicidad” y eso fue lo que conseguimos y lo que seguimos haciendo, demostrando que nuestra calidad es también beneficiosa para la calidad de los clientes de nuestros clientes. Todo es una gran cadena.

Pero siguiendo con la narración dónde se demuestra que nada es fácil, nos encontramos a los 3 meses de empezar nuestra andadura por estos mundos. El dinero que nos habían dado al hipotecar por segunda vez la casa para empezar el negocio se había esfumado y encima estábamos con casi ningún cliente. Además, la forma de pago no era instantánea. No teníamos a nadie que nos pudiera ayudar económicamente, pero al final un familiar nos dejó un poco de dinero y conseguimos superar un mes. Y no sé cómo, echando el resto, empezamos poco a poco a despegar.

En Nacex hubo cambios operativos y de dirección. Todo esto hizo que me desequilibrara emocionalmente un poco más y me hacía preguntas:

  • ¿Nacex llegará la parte de “crecex… o estábamos cerca del muerex”?
  • ¿Me dará tiempo a ver algo de dinero en el banco?

Recuerdo que durante el primer año dormía poco o casi nada, estaba nerviosa, insegura.

Yo soy persona visual, es decir, todo lo trabajo con las imágenes, hojas de cálculo, etc.  Y todo empezaba a verse bien en ellas, pero no físicamente. Me explico, la hoja de cálculo ya indicaba que se estaba haciendo bien el trabajo, pero el saldo del banco no era muy claro porque lógicamente casi todo estaba como pendiente de cobro. Se había cogido a clientes que pagaban casi 2 veces al año. Por tanto, los primeros 6 meses estuvimos sin cobrar. Si es verdad que a partir del primer pago ya se recibía todos los meses, otros pagaban a 3 meses, el raro era el que pagaba al mes fecha factura. Hay que tener en cuenta que salvo el cliente esporádico, el mínimo de forma de pago es 30 días fecha factura y esto sigue más o menos igual, aunque saquen las leyes que se quiera. Si quieres un cliente tendrás que hacerlo con sus condiciones porque siempre habrán otros que las acepten, y muchas veces se ha tenido que dejar en la cuneta alguno porque las exigencias eran demasiado elevadas, sin tener en cuenta lo que se da a cambio.

Pero siguiendo con mi relato, nos encontramos que el trabajo es duro, no se termina en un horario laboral, se sigue en casa, en festivos, en fines de semana, en cualquier momento de tu vida. Es tan duro que me llamaron del colegio de mi hija. Había llegado el momento anual del análisis psicológico y de capacidades que hacían y resulta que vieron algo que les extrañó mucho. Mi hija tenía 7 años, y a la hora que le dijeron que dibujara a una familia (algo típico de los psicólogos), me retiró un poco del dibujo. Otros años, siempre habíamos estado cogidos de la mano, pero ese año me apartó. Cuando me enseñaron ese dibujo se me hizo un nudo en el estómago y los ojos vidriosos. Era lógico, antes disponía de la tarde para estar con ella y en cambio, en ese momento la empresa me dedicaba mucho tiempo, demasiado.

Tuve que cambiar el chip con las relaciones.

Es importante reconocer que Laura (mi hija) ha mamado casi desde niña este trabajo. La recuerdo en la nave, tumbada encima de carro, dormida, mientras que nosotros estábamos trabajando a altas horas de la noche. Era porque teníamos un “masivo”, bendita palabra, y no se podía sacar en un día y lo hicimos por la noche para que saliera todo al día siguiente. También la recuerdo haciendo sus deberes a mi lado mientras que yo aprovechaba el fin de semana para facturar, porque no podíamos perder ni un día en hacerlo. Un día de retraso significaba cobrar más tarde, y era un privilegio que no nos podíamos permitir.

Al final conseguimos estar juntas y que no sintiera que la estaba abandonando. Era mejor tenerla junto a mí que no dejarla con algún familiar, o por lo menos lo justo. Por eso, cuando se la pregunta por este trabajo, ahora que tiene 24 años, dice que lo ha mamado desde pequeñita. Y es verdad.

Hoy en día es mi socia, mi apoyo en los momentos difíciles en la empresa y en mi vida. Estudió la carrera de Administración y Dirección de Empresa sin repetir ningún año y cuando terminó empezó a trabajar conmigo en la empresa y hubo un cambio de aires, al mismo tiempo que empezó a ser mi profesora porque la nueva generación tiene:

  • Frescura
  • Imaginación
  • Muy buenas ideas
  • Ganas de superación siempre que se les dé la oportunidad.
  • No tienen secretos con las nuevas tecnologías, han nacido con ellas
  • Saber adaptarse a los cambios mucho mejor

Por eso, tengo que dar gracias a mi hija porque no sólo ha superado mis ausencias, sino que cada día me enseña más cosas y siempre me tiene las neuronas en continuo movimiento.

El personal la llama “la jefilla” porque yo soy la “jefa”, pero habría que ver como la respetan y la escuchan también, porque no dice nada que no sea coherente.

Ya voy a dejar de hablar de mi hija, porque estaría horas y horas, pero es justo decir que estoy orgullosa de ella y que me ayuda mucho no, lo siguiente.

Carmen Ruiz Atienza