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Corrige al necio y… Proverbio Chino

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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A lo largo de muchas de las entradas que se han publicado en este blog os he hablado del ansia de conocimientos y de la voluntad de aprendizaje que me invade desde que empecé esta nueva etapa de emprendedora. La verdad es que siempre me ha gustado ampliar conocimientos y me he querido empapar del saber de las personas que me rodeaban. De hecho, cuanto más conocimientos adquiría, más reconocía la ignorancia de las personas que yo pensaba que tenían grandes mentes. Aunque parezca difícil de entender, cuanta más tonta era yo, más sabios me parecían los demás. No obstante, según iba conociendo nueva información y asimilándola, más me daba cuenta de que mi razonamiento inicial estaba errado: quien me había parecido antes muy inteligente, de repente, ya no lo era tanto (o no me lo parecía a mí). Simplemente, hay gente que sabe venderse muy bien.

Del mismo modo, y tal y como he comentado en otras ocasiones, a todas esas “mentes prodigiosas” se les ha acabado viendo el plumero con el auge de los dispositivos móviles; cualquiera con un smartphone a mano, hoy día, puede comprobar si lo que afirma alguien con tanta contundencia es o no es verdad. Con el paso de los años, y tras asistir a diferentes cursos, he empezado a darme cuenta de que no todo lo que me decían era correcto.

Como siempre he dicho, tengo muchos defectos, si bien uno de los peores es que que tengo que entender al 100% las cosas; me puedes explicar lo que quieras, pero hasta que no lo entiendo, no me lo creo y, lo peor de todo, no lo interiorizo, por lo cual no lo asimilo.

En el mundo del transporte hay mucha gente con grandes conocimientos, debido a su trayectoria y a la experiencia que han acumulado a lo largos de los años. Claro que también los hay de los que utilizan palabras acertadas, rebuscadas incluso (si pueden ser en inglés, mucho mejor) con las que te hacen creer a pies juntillas en todo lo que te están diciendo. En realidad, no obstante, no te están diciendo nada que tú ya no sepas, pero el empaque con el que hablan les hace parecer auténticos dioses griegos caídos del Olimpo. Además, y como he comentado en más de una ocasión, el sector del transporte parece que sólo esté hecho para hombres, algo incierto y que, poco a poco y con suerte, va cambiando; la presencia femenina va aumentando y ganando fuerza, si bien aún somos pocas y aún sigue siendo un reto que se nos escuche.

Hay un gran grupo de personas, y no hablo solamente del transporte, que saben de todo y poco tienen que aprender de otros seres humanos por su experiencia, lo que necesitan lo tienen en la red.

La realidad es que ya pocas veces te quedas con la duda de saber algo, coges tú móvil y lo buscas, y tenga erratas o no, al final va a misa.

Pero en esta entrada quisiera comentar la frase de este año para mí, y no es porque la descubriera, es por la cantidad de personas que las puedo clasificar en este Proverbio chino.

Corrige al sabio y lo harás más sabio. Corrige al necio y lo harás tu enemigo

Si lo analizas detenidamente, te das cuenta de que a todas las personas que conoces las puedes clasificar en un lado o en el otro.

Pensadlo y podréis comprobarlo.

Hay personas a las que podríamos llamar sabías, inteligentes, humildes. Son aquellas no sólo con ansias de conocer y aprender constantemente, incluso de sus propios errores. De hecho, probablemente podrás señalarles en qué se equivocan, pues no sólo te escucharán, sino que analizarán tus palabras, las asimilarán y acabarán aceptando las criticas, trabajando para corregir sus errores.

Pero hay un grupo extenso de personas a las que no se les puede corregir en nada. Ni en su forma de ser, ni en su trabajo, ni en su vida personal… en nada de nada. Además suele coincidir que a este tipo de personas les encanta cuestionar constantemente al resto de los humanos, pero, por el contrario, tienen infinitos problemas a la hora de asimilar sus propios errores o defectos.

Según actúan las personas que conoces puedes clasificarlas en un bando o en el otro; hasta en situaciones aparentemente sin importancia te dejan comprobar que, en muchas ocasiones, lo que vale para los unos no vale para los otros.

Además, si les preguntas directamente dónde quieren que los clasifiques, todos van a situarse en el lado de los “sabios”; si lo pensaran sin orgullo, sabrían que probablemente estarían en el lado de los “necios”.

Es como cuando pides a la gente que se clasifiquen en:

  • Quiero y no puedo
  • No quiero y puedo
  • No quiero y no puedo
  • Quiero y puedo
  • Etc.

Nadie se pone en No quiero y puedo, pero ¿a cuántas personas conoces y a las cuales clasificarías en esa sección?

Esto se aprende en cursos de inteligencia emocional y yo lo practico desde hace tiempo. A todo el mundo le gusta “criticar al jefe”, es lo fácil, y así lo hago, me dejo que me digan cómo me ven, con los defectos. Lo malo es cuando tanto el jefe y/o compañeros hacen lo mismo con el resto. Ya hemos topado con el “Papa” y/o “Iglesia”, ahí las cosas son diferentes y complicadas de aceptar, y aparecen los “enemigos”.

Enmienda para el 2016, consigamos todos el “quiero y puedo” y aprendamos de nuestros fallos y/o errores. No sé si tendremos más clientes, pero creo que al final de nuestro día, veremos todo lo que las personas y el mundo nos puede ofrecer en positivo.

Esta entrada está dedicada a:

· 17 de octubre. Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, con un poco de suerte reflexionamos de lo que tenemos y lo que tienen otros.

· 18 de Octubre. Día Internacional de la Menopausia. Esto va a dedicado a mi nueva etapa como mujer, con las hormonas subiendo y bajando y la irritación a flor de piel, que no es lo mismo de no entender lo que me dicen, es todo culpa de las hormonas.

· 19 de Octubre. Día Internacional contra el Cáncer de Mama. Porque son verdades supervivientes y que cuando pasan por este trauma saben valorar mejor lo que es positivo y lo que no, han aprendido a valorar lo importante.

Podía seguir, pero dejaremos algo para futuras entradas. Pero “quiero prometer y prometo” que quiero estar en el grupo de los buenos y prometo escuchar y no oír, prometo mirar y no ver y sobre todo, siempre que los sofocos me dejen, prometo reflexionar para cambiar.