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Las neuronas en funcionamiento continuo

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Trabajadores Liberación 2000

En cierta manera, son bastantes agradables estos recuerdos de tiempos pasados y también superados. Al escribir, me llego a asombrar de todo aquello que no sabía (que era mucho) y lo que, por desgracia, sigo sin saber. Porque en todos los trabajos, pero en el transporte, nunca se para de aprender.

Tengo una frase que repito muchas veces. Es la siguiente: “Este trabajo te tiene las neuronas en continuo movimiento todos los días del año”. Nunca descansas, siempre aprendiendo, siempre innovando. Ningún día es igual al anterior y menos al siguiente. No son de esos trabajos que son rutinarios. Además en Nacex estamos siempre con la máxima exigencia posible y la normal tensión por la continua mejora. Somos muy exigentes con nosotros mismos, los errores no están dentro de nuestro vocabulario, y si los hay, rápidamente ponemos los medios necesarios para que no se repitan. En otra entrada del blog explicaré todo aquello que no se ve, pero que hace que busquemos siempre la excelencia, como pone en la página web corporativa www.nacex.es:

“Nuestro objetivo es ofrecer más y mejores servicios, entendiendo la calidadcomo la única filosofía de trabajo posible, y creyendo en la satisfacción del cliente como un valor en sí mismo.”

Y así es como día a día, hora a hora, minuto a minuto, he tenido que aprender de todo aquello que incluso un día dije que no me gustaba, como por ejemplo la contabilidad.

En aquellos primeros meses de negocio tuve que aprender lo que significa una línea de crédito y una línea de descuento. Eso sí, también aprendí todas las comisiones que puede tener un banco. En este punto, me gustaría hacer una reflexión sin poner el dedo en la llaga de quien pueden ser los culpables de esta crisis que estamos sufriendo todos.

Lo del tema de los bancos es gracioso. Sabiendo de antemano que todo son negocios y que deben también ganar dinero, lo que me parece exagerado y un poco indignante es que según avanzan las nuevas tecnologías, todo lo hacemos a través de Internet:

  • Mandamos los recibidos y las nóminas
  • Hacemos las transferencias y los ingreses de los cheques, y como mucho, se los llevas a las oficinas personalmente
  • Etc.

¿Y todavía nos siguen cobrando comisiones? Sus propios programas están dirigidos a que tú te lo hagas todo, ellos casi no hace falta que tengan oficinas físicas. Y siguen cobrando y cobrando. Porque aunque te digan que no las cobran, al final, se inventan algo y lo hacen. Os cuento lo que me ha pasado en uno de esos bancos “rescatados”. Aparte de romper los acuerdos tenidos (lo entiendo porque me estoy yendo), pero seguir cobrando dichos acuerdos, me querían cobrar una comisión administrativa. Es decir, yo tenía, pongamos un ejemplo, tarifa plana al mes, que me la cobraban y al mismo tiempo la nueva. No te creas que quitan una y ponen otra. No.

Otra cosa que no entiendo de los bancos es cómo pueden sacar acciones a bolsa con un importe más elevado de lo que tenía que haber sido y aquí no pasa nada y seguimos para adelante. Tampoco entiendo a lo que se puede llamar cláusulas abusivas, si sean las que sean las cláusulas, las tienes que aceptar. Yo voy a comprar una casa y pido dinero al banco porque no lo tengo, si lo tuviera no haría falta que fuera al banco. Entonces me leo las cláusulas y puedo pensar que son abusivas, pero como no tengo una máquina de hacer dinero tendré que aceptarlas, ¿no?. Puedo ir a otro banco, pero por mi experiencia, cuando compras una casa, ya te dicen con el banco que tienen ellos la deuda, cambiar de banco a posteriori o incluso cambiar de sucursal dentro del mismo banco te puede ir la vida. Es decir, ya estás condicionado.

Pero voy a dejar de hablar de “política” porque mis palabras no llegan a ninguna parte. Por muy bien que hagamos los que estamos debajo de la pirámide nos tenemos que apretar el cinturón de tal manera que cambiamos hasta de color de piel. Como lo hagan mal los de arriba, a ellos no les pasa nada.

Siguiendo con el relato, y ya teniendo que hablar con los bancos, llegaron otros conocimientos, como por ejemplo, la contabilidad. Recuerdo que cuando tuve que dejar de estudiar para ayudar a mis padres económicamente, hice un curso de grabadora de datos, porque la contabilidad no me gustaba. Como dicen: “¿No te gusta el chocolate?, pues toma dos tazas”. No sólo he tenido que aprender que “entra por el debe y sale por el haber”, sino que tuve que aprender a utilizar los balances, a contabilizar, los mayores, etc., etc.

No contenta con ello, también tuve que aprender los programas contables para poder hacerlo, así como todos los cambios de leyes y de programas para adaptarse a las leyes, cursos de principiantes, medios, avanzados, todos los habidos y creados.

Y no solamente cómo contabilizas, sino también las nóminas, los convenios… En fin, todo lo relacionado con el personal y el resultado del negocio. Y todo también apoyado con una gestoría/asesoría.

Una lección que no me costó mucho aprender es la lectura de los BOE. Al venir de ser funcionaria, había leído bastantes leyes publicadas y normas. Ahora los devoro, pero sólo me voy a Justicia, para conseguir pillar a todos los que se declaran en concursos de acreedores, debido a que muchos de los administradores concursales se les olvida notificar el plazo para la comunicación de la deuda y eso hace que se pasen los plazos.

Ayer, en una reunión de Delegados, salió también este tema, los impagados. Se supone que entregar un talón es un delito, pues aquí tampoco pasa nada, la Justicia es lenta y no se llega a ningún puerto. En otro post recordaré un poco este tema, aunque prefiero olvidarlo y cobrar lo que me deben.

Podría exponer más lecciones que he ido aprendiendo, pero lo que me gustará más contar son las que aprenderé a partir de dentro de un rato. “Sólo sé que no se nada”. Frase atribuida a Sócrates aunque parece ser que quién se la atribuyó fue su alumno  Platón.

Esto es también otra maravilla de la modernidad. Hoy en día, no hace falta tener muchos datos en la cabeza, ni ser un experto en muchas cosas o en algunas, ni tener una carrera para tener grandes conocimientos. Todo está en Internet. Haces una búsqueda y encuentras todo aquello que te hace dudar, que ansías saber o que tienes una necesidad. ¡Cómo ha cambiado todo en estos años! Antes tenías a alguien delante de ti que decía las verdades como puños, que te dejaba con la boca abierta de los amplios conocimientos que tenía. Hoy en día, mientras que hablas consultas por Internet lo que está diciendo y sorpresa, NO ES VERDAD, pero eso sí, se lo está creyendo y lo dice con tanta seguridad, que el resto que no tiene Internet se lo cree y es Dios. Pero para ti, con tu tablet entre las manos, se acaba de caer el ídolo, la admiración, todo. Ahora hay muchos maestros en la red y eliges.

Y para poner el punto final a hoy, voy a escribir algo que también aprendí en uno de los últimos cursos que he dado:

Cada meta que se consigue nos da dos cosas:

  • Éxito;
  • Enseñanzas, porque el fracaso, si lo hubiera, también es un aprendizaje.

Carmen Ruiz Atienza

A emprender se aprende

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

I love Nacex

Los meses anteriores al nacimiento de Nacex como empresa de transporte, tuve que pasar por varias reuniones, cursos, nervios, tensiones, etc., para tirarme a la piscina. Desde mi escasa experiencia como “empresaria/emprendedora”, en aquellos momentos, todos los escalones de la pirámide se me hacían pesados y muy altos, y yo tenía y tengo las piernas muy cortas.

Empezaron los dolores de cabeza. Éstos fueron algunos de ellos:

  • Elegir la zona de la franquicia. En aquel momento, se arrancó con 110 franquicias y 8 plataformas en toda España. Elegimos la zona norte de Madrid con la sede principal en San Sebastián de los Reyes.
  • Dinero: Hipotecamos por segunda vez el piso, casi ya terminado de pagar.
  • Bancos: Empezamos a hablar de temas que no habíamos oído nunca. En aquellos momentos, no se necesitaba, pero había que prepararse para el futuro: líneas de descuento y líneas de crédito.
  • Informática: Fuimos a los cursos preparados para visualizar y aprender el programa que se utilizaría.
  • Búsqueda de personal: Convencimos a un mensajero y a una administrativa para que empezaran a confiar, no sólo en la nueva “línea emprendedora”, sino también en nosotros “los emprendedores”.
  • Búsqueda de nave: La ubicación de la nave era primordial, tenía que estar bien situada, con fácil salida a las carreteras principales.
  • Adaptación de los horarios, estilo de vida, etc. Ya no sólo de mí misma, también de todo mi entorno familiar, de amistades, de conocidos, etc.
  • Aprender a callar mis opiniones. Empecé en el transporte, un mundo claramente de hombres en la zona de España en la que vivo. “La mujer es vista como puro adorno para cenas, convenciones, etc.” “Las opiniones cuentan poco si salen de la boca de una mujer”. Éstas son las primeras frases que oí en la primera comida que mantuve con algunas personas con las que posteriormente, trabajé codo con codo. Y yo, como mujer liberal, gran luchadora por los derechos de la mujer trabajadora (la verdad por cualquier derecho), y dispuesta a aprender lo que hiciera falta, (mis principios son de silencios ante ciertas personas con ideas contrarias a las mías), poco a poco, fui levantando la voz, de tal manera, que más de uno quisiera que hoy me callara.

En este punto, quisiera hacer dos puntualizaciones antes de seguir con la historia de la “emprendedora que llevo dentro”:

Hace poco, en una reunión de amigas, dónde el tema principal de la conversación era la situación laboral en que nos encontramos en España, había dos temas en las que no hubo mucho acercamiento:

  • Dentro de la conversación entre 4 personas teníamos todos ámbitos personales: una funcionaria, otra en el paro, otra con trabajo pero la empresa le había pedido rebajar horario y salario por el descenso de trabajo, y yo “empresaria/emprendedora”.
  • Debido a los cursos que estoy dando, intentaba transmitir que también se puede salir del bucle individualmente.
  • No sólo se tiene que echar la culpa a los demás, sino también hacerse la pregunta ¿puedo yo sólo salir de ésta situación? Y me vino a la cabeza la frase de un curso “A emprender se aprende”

Es verdad, yo no sabía muchas cosas y a base de golpes y experiencias se va aprendiendo. Después de 18 años, sigo aprendiendo porque las circunstancias han cambiado y me obligan a cambiar. Sigo saliendo de mi zona de confort, donde yo me encontraba ya cómoda y segura, pero llegó la crisis y he tenido que volver a empezar con trabajo, creatividad, sufrimiento, impaciencia, pero siguiendo con la empresa abierta y con mis trabajadores confiando y “rezando” que no me equivoque.

Por cierto, ya tenemos día de celebración para el “emprendedor” es  el 8 de abril.

¡Felicidades! a todos aquellos que a riesgo de perder todo en su vida (dinero, salud, trabajo, casa, etc.) están dispuestos a que ningún “político, banquero, economista, periodista, aprovechado, caradura, comodón,  etc.”  les quite lo que es imposible de quitar: LA ILUSIÓN Y EL SOÑAR.

Señores, ¡SÍ SE PUEDE!, déjenos hacerlo.

Carmen Ruiz Atienza