La nueva era

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Señores, llega una nueva era…es lo que provocan las crisis.

Quien quiera apuntarse a la nueva era, ya pueden irse mentalizando que es solo el principio y

de que además no hay otra opción.

En mi generación nos sorprendemos cuando vemos que nuestros propios abuelos no saben

escribir bien, mientras que en la generación de nuestros padres y la nuestra es básico escribir

bien para comunicarte con las personas, ya sea por whats app, por email…cualquier medio.

También nos sorprendemos de que sumar y restar, si saben, pero en cambio, no les hables de

divisiones o raíces cuadradas…

La generación de mis padres tuvieron que aprender también el tema de los ordenadores y la

informática, lo que para la nuestra ya viene de serie…

Pues bien, partiendo de que son esas generaciones las que han hecho cambios importantes en

nuestra sociedad, que pasará con la nuestra si para nosotros esos conocimientos son básicos.

Todos sabemos algo de todo, y si tenemos dudas, lo consultamos en GOOGLE…puedes tener

varias carreras con varios master y aun así no es suficiente, ¿Por qué? No hay respuesta.

Algo tiene que cambiar y ya está en el ambiente…mi hermano con 9 años sabe usar un IPAD

mejor que mucha gente, ¿para qué los libros de texto y cuadernos?

Por supuesto que las maquinas puedes sustituir muchas cosas, lo único que no pueden

sustituir es la toma de decisiones y aportar las soluciones que necesitamos en el momento,

para eso si necesitamos nuestra mente, por ello no hay que sentirse asustado por la nueva era

porque detrás de una maquina hay una mente humana que lo controla.

Si los niños utilizan en el colegio una TABLET para estudiar y hacer los ejercicios, ¿qué pasará

con todas la editoriales que viven de ello? Para mí, la respuesta es muy fácil…que hagan ellos

las Tablet…

Incluso podrían conectarse con los profesores en caso de tener dudas en algunos ejercicios, o

que ya la Tablet pudiera contestar…así se quitaría el estudiar esto porque es así y punto…

Pero bueno, siempre hay que ver ambos lados antes de dar el NO rotundo.

“El hombre razonable se adapta el mundo” (UNAMUNO)

Laura González Ruiz

Un país con agua es un país rico

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Alemania 2

Esta es la continuación de la frase que decía mi guía gallego mientras conocíamos la Selva Negra, las Cataratas del Rin y La Alsacia, y el fin de la historia de mis mini-vacaciones.

Un país con árboles es un país rico, un país con agua es un país rico. Durante todo el camino, nos lo estuvo diciendo junto con un montón de chistes que no recuerdo, primero, porque soy mala para recordar chistes aunque me gusten, y segundo, porque yo utilizaba el autocar para recuperarme de las noches en ese maravilloso hotel de 4 estrellas y las largas marchas por calles empedradas. Algunas veces, ni siquiera eran chistes sino frases que había oído en algún sitio que visitábamos. Recuerdo que estando dentro de la Catedral de Estrasburgo y estando esperando a que el reloj astronómico comenzara su repiqueteo (pase que era exclusivo para nosotros, pero que se colaron algunas personas), oyó como estas personas decían que se quedaban a ver el reloj “gastronómico”. La verdad es que, a mí también me parece importante saber todas las palabras que en tu cabeza saben el significado, pero que la lengua se empeña a cambiarlas por otras parecidas, y por eso, agradezco las nuevas tecnologías porque puedo buscar los significados y la historia en la Wikipedia (aunque algunas veces también se equivoca, me han dicho). En mi caso, soy de una especie única para cambiar refranes, dichos, palabros, etc.

Nuestro guía gallego se llama “Anntttonio”, lo escribo así pero vosotros imaginaros como llama Melanie Griffith a Antonio Banderas. Era el guía que nos acompañó desde el aeropuerto de Madrid hasta la llegada al mismo aeropuerto. Tenía un problema con los brazos, más cortos pero el jodido tenía unas piernas largas con grandes zancadas. ¿Habéis visto el anuncio de dos perros, uno grande y lentamente caminando y el pequeño yendo muy rápido para ir a la par?, pues así éramos el grupo siguiendo al guía, pero era imposible ir a su lado, por lo que se hizo una cuerda con seres humanos que intentábamos no perder al anterior a nosotros. Digo que se intentaba porque en cuanto hacías una foto había problemas. Recuerdo una vez que me pasó a mí, al mirar para adelante me puse a seguir a un grupo, de repente, oí gritos por detrás, me estaban llamando, se habían metido en una galería y no me había dado cuenta. El otro grupo eran rusos y no me entendían nada de nada.

De vez en cuando mi guía se daba cuenta que estaba solo y volvía a buscarnos. Cuando sabíamos que éramos los últimos de la cola y adelantábamos a alguien le avisábamos “eres la ultima/último” ten cuidado.

En otra ocasión, delante de otra guía oigo como le dice que si quieren un tour en autobús porque había mucho que andar con las calles empedradas, y mi guía contesta que no hacía falta que éramos de senderismo. Sería él porque nadie del grupo pertenecía a ese grupo de valientes que se llama senderistas.

Tuvimos varios guías a cual más original.

Estando en el Museo Regional de la Selva Negra nos acompañó otra guía, tenía varias peculiaridades:

  • Echaba un pie un poco hacía adelante y mientras hablaba inclinaba el tronco como saludan los japoneses, pero ella era nativa de Alemania.
  • Hablaba alaaargannndo lasss palabrassss como una buena germaaaaaanica.

Nos enseñó cómo vivían en la antigüedad en la Selva Negra y llevaba una misteriosa llave en la mano, que tocaba como un rosario mientras agachaba el torso y hablaba paladeando las consonantes. Nos llevó a un molino de agua y con la misteriosa llave, puso en funcionamiento una pequeña puerta que después manualmente abría el agua para que el molino empezara hacer su trabajo. ¡Qué asombroso! – decía. ¡Qué ingenioso! – aplaudía. ¡Pasen y vean como el agua podía moler el trigo, cáñamo para las ropas, etc.!

Estos no han visto los molinos de Asturias decían algunos, y yo, como mi madre es de la Mancha, decía lo mismo pero con los molinos de viento, aquellos que Don Quijote confundió con gigantes, que seguro que eran los teutones buscando ideas.

También nos enseñó la casa de los labriegos y admiré la habitación que tenía tan espaciosa para el matrimonio de campesinos. Envidia que me daba porque recordaba la que me esperaba en el hotel y no quería llegar, la cambiaba ya mismo.

Yo me paré en un telar que había para sacarle fotos porque era igual que el que mi abuelo utilizaba en Cuenca. Porque mi abuelo era tejedor y mi abuela hacia rosquillas y pan que los vendía por los pueblos. Hablando de Cuenca, y recordando las cataratas que he visto, quiero hacer mención al nacimiento del río Cuervo que con menos agua, pero cascadas también. Y ya saliéndome de Cuenca y yendo a Zaragoza ese maravilloso Monasterio de Piedra que no desmerece nada a lo que hemos visto. Eso sí, con más agua. Pero todo tiene remedio, plantemos árboles y conseguiremos agua. Pero esto es otro tema de discusión.

Un día, comimos en la ciudad de los cucos, antes de ver el Cuco más grande de esa parte de Alemania, lo cual no es verdad, porque en el pueblo de al lado es donde está el cuco más grande, pero como donde vamos hay tiendas, de manera muy práctica decidieron que para que los turistas se gastaran el dinero en la tienda se dijera que era ese. Es lo que tiene los alemanes, por el avance monetario, son capaces de estas cosas.

Creo que fue en Schiltach donde después de comer, dimos un paseo para ver cucos. Entramos en una tienda y estando viendo uno muy grande, yo comenté que no me gustaba porque era sobre caza y estaban los animales muertos. En eso que, oigo a una dependienta con traje típico de la zona decirme: “Sobre todo el reno muerto, ¿lo has visto?” ¡Qué alegría! Era española, exactamente de Cádiz. Tenía una alegría en su cara y estuvimos hablando largo y tendido. La chica tenía 2 carreras, creo recordar que 22 añitos, había ido con un contrato de 6 meses para Alemania, estaba muy contenta. Además nos decía que se le pagaba todo el tiempo que hacía de más y que su sueldo estaba en 1200€ y aparte el tiempo que estaba de más. Que le gustaba el sitio y que mejor que en España, que no encontraba nada. El dueño que estaba pendiente, le dije que tenía una buena empleada y para que viera el negocio hice unas compras. Cuando fui a pagar estaba otra compañera también española. Es lo que tenemos, las dos etapas de españoles en Alemania en la historia para ayudarles a levantar su país y mientras tanto, nosotros desperdiciando la fuerza de nuestro pueblo.

El siguiente guía local que tuvimos creo que fue en Colmar. Este era muy gracioso, hablaba fatal el español pero estaba todo el rato riéndose, entre la risa de perro pulgoso y el anuncio del perro que enseña los dientes para que no tenga sarro. Nos enteramos de sus explicaciones porque todos sabíamos francés, sino nos hubiéramos quedado igual que al principio.

En Estrasburgo tuvimos otra guía pero recuerdo poco de ella porque estábamos pendientes de que las gitanas no nos quitaran las pertenencias y ella nos iba avisando. Me llamó la atención la cantidad de ellas (gitanas) que había junto a los turistas y sus guías. Y pensé que si alguien que yo sé, pero que en Alemania ni se le nombra, levantara la cabeza, vaya tortazo que se daría viendo la pureza de su raza aria. En la diversificación está la grandeza.

De esa época sólo hablan para enseñarte como quedaron las ciudades después de los bombardeos realizados a las ciudades alemanas y como las reconstruyeron. He visto muchas fotos de las ruinas pero creo que no he visto ninguna foto de Él. Otro ciclo que les gusta enseñar en fotos es cuando Kennedy y su mujer estuvieron en Alemania y además te puedes hacer una foto como si le estuvieras dando la mano al mismísimo presidente.

En Baden-Baden, tuvimos una guía de origen belga, por lo cual, nos contó la historia de manera que siempre había un belga por medio.

Otra guía que tuvimos fue en Heidelberg pero no tengo nada malo que decir de ella. Lo original de este sitio es que es donde murió el General Patton. Lo que es la vida, éste General combatió en la Primera Guerra Mundial, en la Segunda fue el horror de los Alemanes le apodaban “sangre y cojones” y en este hermoso lugar va y tiene un accidente de coche y muere, aunque ayudado por una bala en el cuello, presuntamente.

En Frankfurt, tuvimos el último guía y, esta vez, era masculino, aunque no se reía como el francés, pero también tenía su aquel. Hicimos una ruta en autobús y nos explicó que su origen era italiano, pero para hacer bien su oficio nos decía que miráramos un bellísimo callejón donde había unos tomando vino de manzana. Dios mío, no saben bien lo que es el vino de manzana, nuestra siedriña está mucho mejor, y además, no sabía lo que era callejones bonitos, tenía que pasear por el Madrid de los Austrias y verá lo que es bonito.

Más o menos al final del tour, el guía nos dijo que nos iba a dar una sorpresa. Llevaba una carpeta en la mano y yo pensaba que nos iba a regalar una foto suya firmada porque estaba todo el tiempo diciendo lo que hacía, lo que había estudiado, los idiomas que sabía, le faltaba decirnos la talla de ropa que utilizaba. Bueno, la sorpresa no era una foto, era que cantaba lírico y nos deleitó con “Oh Sole Mio”. La verdad es que no cantaba mal, pero tampoco para tenérselo tan creído, yo me quedé con la versión que me hizo el gondolero en Venecia mientras paseábamos por los canales y yo me encontraba en el cielo .

Después, nos deleitó con una canción española y se despidió con una alemana.

Al guía gallego le entraron los celos al ver cómo se le aplaudía, y a partir de entonces, nos despertaba de dormir en el autocar con una canción silbada y no con un chiste. Por cierto, silbaba las canciones muy, muy bien.

En todo el viaje, vimos muchos grupos españoles y chinos. En el “maravilloso” primer hotel donde no había aire acondicionado lo compensaba porque tenía wifi.

Pues tampoco, los primeros días nos dijeron que lo estaban petando los chinos y cuando se fueron, yo seguí sin wifi, porque estábamos en la parte antigua del hotel.

Con uno de los chinos me pasó una cosa graciosa. Estábamos en la terraza alargando el momento de irnos a la habitación y me acerqué al hotel a pedir bebidas. En esto que aparece el chino vestido como se ven en las películas antiguas de chinos, le faltaba el sombrero, pero a mí me parecía estar viendo a Bruce Lee caminando a mi lado.

También vimos muchos, muchos hindúes, pero vestidos igual que los ves en los documentales de la India. En una ocasión, en la cola de los famosos servicios de pago y mientras esperaba que saliera mi amiga, entra una hindú vestida con su sari, con su brillante en la nariz y de piel morena. Viendo que había otro servicio libre y que no lo usaba, se lo indiqué, puso – pon o introduce 30 céntimos y ya podía entrar. Me dijo que no llevaba dinero entre tanto ropaje y que pasaría al nuestro. Asombrada todavía de lo que me estaba diciendo, me pregunta de dónde soy. “De España” y puso carada de ¿Qué me estás contando?. Le digo Madrid y sonrío – sonrió ella. Le pregunté lo mismo y yo entendí que me dijo Bali, “¿Bali?” – le repito extrañada. Y me dice: “No, Germany” enfadada. Vamos, mira que soy tonta, si es la típica teutona germánica. Y se mete en el servicio cuando mi amiga sale y esta me mira como diciendo ¿le has dado permiso? Es increíble, ella se enfada porque dice que es Alemana y me deja con la boca abierta y yo me tengo que aguantar que no conozca España aunque sea por el futbol, que somos Campeones del Mundo.

Con esto lo que quiero decir es que, los primeros que se creen que el país es bonito son sus guías, lo que puede ser menos bonito, ellos lo engrandecen, la parte de la historia que no les gusta, la borran tranquilamente. Según la nacionalidad del guía, se pueden cambiar unos hechos históricos. Y además, visitando el extranjero, te das cuenta que es muy importante respetar todas las culturas y que unos más rubios  y otros más morenos, al final, hemos utilizado las herramientas iguales todos y que tenemos unas culturas todas diferentes pero muy interesantes.

La compañía aérea que utilicé tanto a la ida como a la vuelta fue Iberia. Cuando marchaba hacia Alemania, no se me ocurrió mirar la revista que te dejan, pero a la vuelta lo hice. Y, ¿sabéis lo que me encontré? Pues en toda una hoja un jugador de golf y un texto que decía: “disfruta de tu deporte favorito y relájate, Nacex te llevamos el material donde quieras”. Mira como son estos de Nacex, me marcho de vacaciones con esta novedad y me encuentro en una revista de Iberia del mes de agosto la información, me di cuenta entonces que “Adiós a las vacaciones y vuelta a la realidad”.

Carmen Ruiz Atienza

Un país con árboles es un país rico

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Alemania

Os voy a contar mis 9 días de vacaciones por Suiza, Alemania y Francia y las experiencias que he tenido directamente en estos países. El título no es mío, es de mi guía, que lo repetía una y otra vez mientras que mirábamos el paisaje dentro del autocar. El guía que teníamos de continuo era gallego, por lo cual, me he encontrado con una persona que sabía una gran cantidad de chistes, que me costaba entenderle porque no terminaba las frases y que sus zancadas eran enormes aunque no era alto, pero estaba acostumbrado al senderismo.

Os pongo en antecedentes con relación a mí:

  • De senderismo nada, nada. Siempre y cuando hablemos de las marchas andando por campo, ciudades, carreteras, etc. Ahora bien, me puedo definir perfectamente como el adjetivo de sedentarismo, es decir, según la definición sería “es una forma de poblamiento por la cual una sociedad (es decir, yo conmigo misma) se establece en un lugar determinado al que pasa a considerar de su propiedad (mi casa)”. Aquí también puedo añadir mi trabajo, y unos cuantos kilómetros alrededor. Pero lo justo, justo.
  • Tengo 51 años, por lo tanto, la menopausia está llamando a mi puerta, esto supone hinchazón del cuerpo, sofocos, y algunos otros maravillosos síntomas que te hacen recordar que lo mismo lo pasaste pero cuando eras adolescente, incluso los granos, pero la diferencia es que ya llevo medio siglo vivido, felizmente vivido. Pero debido a que no soy persona fácil, mi menopausia tampoco lo es, y los cambios hormonales están siendo un poco cansinos.
  • Llevo 6 meses sin fumar, ¡hurra! ¡increíble! ¡maravilloso! ¡engordandoooooo! Y eso que parecía difícil, porque con el apartado anterior parecía que ya había hecho tope, pero nada más lejos de la realidad, todavía se puede uno estropear más. Sobre todo si no se hace senderismo.
  • Además tengo hígado graso, que no se sabe muy bien si también es lo que ha provocado la obesidad o bien se ha deformado proporcionalmente a los kilos asumidos.
  • Las articulaciones no responden a mis órdenes, sobre todo las rodillas, parezco Robocop y necesito Tres en Uno para engrasar.
  • Total, esto supone que en poco tiempo mi cuerpo ha cogido unos 30 kilos de más, y si además añadimos que mido más o menos metro y medio de estatura, hacemos un pan como unas hostias. Eso sí, positiva hasta la medula y feliz, que no haya dudas, que por lo menos respiro y no estoy criando malvas, por lo tanto, ¡estoy divina de la muerte!

Supongo que quién lea esto, a estas alturas, se estará preguntando para qué cuento todo esto. Es muy sencillo: para que mi relato sea más comprensible y nos echemos unas risas entre todos imaginándome en las situaciones que voy a escribir.

Lo primero es que elegí este entorno buscando el fresquito para no pasar el calor sofocante de Madrid. Había estado hace unos años en Suiza, en agosto, y tuve que comprarme ropa de invierno y paraguas. Esta vez, me dirigía a la Selva Negra y la Alsacia francesa y se suponía que se estaría más fresquito.

Para la ocasión, me había comprado unos zapatos-zuecos en GEOX para que mis pies no sufrieran mucho y además ya los tenía usados. Al mismo tiempo, llevaba calzado cómodo y zapatillas BMT, que hacen que trabajen mejor las piernas y la circulación. De ropa, iba más o menos preparada para unas temperaturas fresquitas. Aunque sabía que también había llegado una ola de calor por la Europa central y que estaban cayendo gente por el calor, pensé que no sabían lo que era pasar calor y que mi cuerpo estaba acostumbrado a un calor sofocante y seco. ¡Que infeliz yo! No caí en que mi cuerpo ya no estaba acostumbrada a nada, quizás al aire acondicionado que llevamos en el coche, que tenemos en casa, en el trabajo, en los centros comerciales, en los cines, etc.

Aterricé en Zúrich (Suiza) y me encontré con un calor sofocante y muy húmedo. Después de comer (horario de allí) y ver un poco los alrededores de Schaffhausen, nos metimos en un barquito para acercarnos a las cataratas, y el que llevaba la barca hizo la gracia de acercarnos para ver si nos llegaba un poco de agua a nuestros sudorosos cuerpos. Nos refrescaba un poco, pero en cuanto se retiraba otra vez el calor sofocante. No recuerdo la temperatura que se podía tener, pero más o menos os puedo decir que el problema era la alta humedad, había entre un 60 y 90% de humedad. “Dios, soy de los madriles, la humedad no existe, se ha marchado al olimpo, necesito la sequedad de mi tierra.”

A esas alturas del día, con la misma ropa que llevaba desde las 5 de la mañana, con el bolso sin poder descargar del peso que llevaba, y la temperatura de las 4 de la tarde subiendo junto con la humedad, nos encontramos que empecé a perder los tobillos y las muñecas de las manos eran continuidad de los brazos. Los dedos eran como pequeñas longanizas. En el recorrido por las calles empedradas busqué desesperadamente una tienda de ropa para cambiar mi look. Entré en un establecimiento donde me encontré a una dependienta más o menos de mi envergadura, es decir, con carnes. Mitad alemán, mitad inglés, mitad francés y mitad español, es decir, por señas, le dije que me gustaba su falda, la cual, entre risas me la enseñó sin problemas en su misma persona. Es elástica, se puede llevar de minifalda o de falda hasta los tobillos, por lo cual explico lo siguiente:

  • Al ser elástica, imaginaros como queda con los michelines.
  • Si vale tanto de minifalda como de maxifalda, fijaros donde se pone el resto de la falda cuando la llevas mini ¡¡debajo de los sobacosssssssss casi!!

Pero me decidí a llevarme 2. Al mismo tiempo, cogí una camiseta grande, talla XXXLL de color naranja corporativo y una especie de camiseta-camisola que me llegaba por debajo de las rodillas de la misma talla y del mismo color.

Con la alegría de mis compras, nos fuimos a Offenburg (Alemania).

Por cierto, habíamos pasado 2 veces la frontera entre Suiza y Alemania, esto de que las fronteras no son muy rectas, y nos hicieron pagar (al autocar) más de 80€ por el ratillo que estuvimos. Tengo que decir que, tardamos más en pagar dicha tasa que en estar en la carretera usándola, pero así son las cosas.

Llegamos al hotel en Offenburg, deseando poner el aire acondicionado y descansar los pies, si me los encontraba…, y, ¡sorpresa! El hotel de 4 estrellas no tenía aire acondicionado. Pedimos algo para el calor y nos dieron un pequeño ventilador que encima no se movía, estaba fijo. La habitación era pequeña para dos personas. El armario era de un cuerpo, no había sitio para las maletas, el cuarto de baño sólo tenía ducha, no había bidel, por lo tanto, no podía poner en remojo mis pies. El wáter era súper alto, me colgaban las piernas, no podía estar mucho tiempo sentada. Es el único que he encontrado así, el resto tenían un tamaño normal para mí.

Había unas grandes ventanas y nos comunicaron que podíamos abrirlas enteras, que no entraban los mosquitos. Pues claro, ni los mosquitos quieren estar en esa habitación que hacía más calor dentro de ella que fuera a 40º y con el 70% de humedad. Ni bichos se atrevían a dormir en esa habitación. Y allí estuve 5 días. Sin dormir por la noche del calor y con la paliza del día siguiente viendo sitios.

Y todo esto mientras leía que se pedía que se bajaran los sueldos de los españoles un 10%, y ellos son capaces de dar a un hotel la categoría de 4 estrellas cuando ni siquiera tienen ningún plan para el calor y cuyo desayuno y cena dejaba mucho que desear.

Los españoles somos un pueblo un poco acomplejado, siempre lo de otros países es mejor, pero no es verdad. Nuestra comida es inmejorable, nuestras carreteras de momento gratuitas (aunque parece que le queda poco), nuestros hoteles a cual mejor, la atención del personal insuperable. Ellos cobran hasta para ir al servicio en zonas públicas, pero el problema es que como apures el tema, te puedes encontrar que o tienes 30 céntimos o no entras al servicio. Pero me han llegado a pedir 70 céntimos que incluía una limpieza a su manera, que os juro que tenía necesidad, pero después de pagar los 70 céntimos y ver lo que estaban haciendo mi primera intención era salir corriendo. Me explico: la señora cogía un cacho de papel, se ponía delante de la persona que le tocaba entrar, ella entonces entraba primero y limpiaba la taza del wáter (hasta aquí bien), el problema que se iba a otra puerta y hacía lo mismo con la siguiente pero UTILIZABA EL MISMO PAPEL…. Dios increíble pero cierto. Era el motivo por el cual era más caro: limpieza personalizada.

Al día siguiente, y debido al calor, estrené mi conjunto de vestido butanero. Como me había hecho daño el día anterior en el pie, puesto que todo la parte delantera era una rozadura ya que el pie empezó a crecer y a crecer por el calor y rozó el zapato de GEOX que transpira por abajo pero no por arriba, me puse unos calcetinicos rosas. Imaginaros la situación: bombona de butano (naranja) andando por las calles de las alemanias, con unos calcetines rositas, unos zapatos BMT que son como barcas, grande, grande. Los pies ya eran de elefantes, las manos y brazos como los de Sansón y se me veía una pequeña cabeza, y no porque la tenga pequeña sino porque en comparación con el cuerpo era como la de una tortuga.

No creáis que exagero, tengo el recuerdo permanente que me hizo mi amiga. Me preguntó ¿te hago una foto? Yo dije sí claro, voy a tener un recuerdo de los canales. Me la hizo ¿estoy bien aquí? Perfecta. Me hace dos por si no me gusta la primera. Yo creo que has salido muy bien. La miro, miro a mi amiga y pienso que no necesito enemigos, pero claro, es pasión de amiga. La pienso imprimir y ponerla en la puerta de la nevera. Si con esto no adelgazo, tened la seguridad que nunca lo conseguiré.

Bueno, como es largo contar todo lo que me ha pasado, lo dejaremos para otra entrada, pero el fin de todo esto, es (aparte de reírnos de nosotros mismos) que tenemos que tener más seguridad en nuestro pueblo, en nuestra gente, en nuestras instalaciones, en todo y que prefiero mi España y sus gentes que todo aquello que he visto, que sirve para culturizarme y apreciar lo que tengo más cerca.

Carmen Ruiz Atienza

Bodas y nacimientos

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Bodas y nacimientos

Voy a poner ahora recuerdos agradables. En estos años que han pasado, nuestra “familia” ha crecido, también ha menguado, pero hablemos de los momentos divertidos y felices que hemos tenido.

Durante estos años, ha habido unas 14 bodas, unos 20 nacimientos, una jubilación, algunas separaciones, 3 funerales y muchas fiestas.

De las bodas hay muchas historias divertidas.

Cuando se casó Carlos, le hicimos una “especial despedida de soltero”, digo especial porque fuimos tanto hombres como mujeres y él estuvo acompañado por su futura mujer. Como siempre, le habíamos hecho varios regalos. Por una parte, los serios, y por otra, alguno “graciosillo”. No sabíamos cómo la novia se iba a tomar dichos regalos, pero en la terraza donde estábamos cenando, empezamos a dárselos y tengo que decir que ella se hizo con el mando de todo desde el primer momento. El problema vino cuando nos fuimos a bailar todos y ella se subió a bailar tipo go-go con alguno de los regalos. En poco tiempo, comprobé que estaba rodeada de hombres cuya mirada se hacía cada vez más erótica. Al final, conseguimos que dejara de moverse de aquella manera y llegó sana y salva para su boda. Era verano, mucho calor, a la salida de la Iglesia empezamos a ver unas nubes grises. Ya pasarán – empezamos a comentar. Cogimos los coches camino a la celebración, las nubes pasaban de grises a negras. Ya quedaba poco, nos daba tiempo a resguardarnos de una posible lluvia. Error, no fue así. Fue bajarnos del coche y eso no era llover, era una tromba de agua que en pocos segundos había riachuelos por el suelo. Los paraguas no hacían nada y los pocos metros que había hasta llegar a resguardarnos, fueron los suficientes para llegar empapados. Los vestidos pesaban 5 veces más. Lo mío era un conjunto de falda y blusa de encaje beige. Con el peso, la falda se me caía, el encaje se transparentaba, el pelo se rizaba y la pintura de la cara se resbalaba. Todas las mujeres corriendo al cuarto de baño, había overbooking. Todas con sus ropas y el secador de pared para las manos. ¿Sabéis lo difícil que es secar una falda estrecha en ese secador? Algunas decidieron quitarse las ropas y secarlas, ¿Quién es la última? Al final, un poco compuesta de aquella manera, un poco de restauración facial y a divertirse que se casaba Carlos. Hoy, es padre de 2 niños: un niño y una niña, que son tan guapos que pueden salir en cualquier anuncio. ¡Quién me lo iba a decir a mí, si cuando empezó a trabajar conmigo casi el niño era él!

Otra boda divertida fue la de Goyo, aunque luego a los pocos días pasó una desgracia como es la muerte de Jesús. Pero hablemos de lo bueno. Cristina estaba embarazada, pero si la mirabas de espaldas no se lo notabas para nada, parecía que se había quitado la barriguita y se la había dejado en casa, pero se daba la vuelta y allí estaba Andrea, todavía sin ver la carita, pero ya existía.

Según estaba haciendo la entrevista para contratar a Goyo (antes hacía la entrevista en la segunda planta), pensaba en que tenía un ramalazo, pero me pareció bueno para el trabajo y le hice el contrato. Bajé a presentarlo a sus compañeros y cuando se marchó comenté “es el primer empleado especial que he contratado”, pensaba que su tendencia sexual era otra. Pues nada más equivocada. Yo creo que tonteó con todas las féminas del trabajo, pero él se casó con la que estaba enamorada, fue en el 2004, hoy está separado, pero Goyo tiene otra historia de fortaleza muy bonita y difícil para todos. Cuando separé sociedades, hubo que dividir al personal: unos para Alcobendas y otros en Sanse, el resto se quedaban en las otras delegaciones. Fue duro, muy difícil sobre todo porque me tocó a mí. Tuve que tener la cabeza fría para dejar a las dos delegaciones bien, y como en Sanse nos quedábamos con menos personal al tener menos envíos, fue todavía más difícil de decidir. Lo contaré en otro momento, pero a lo que vamos, Goyo le tocó para Alcobendas. Pasado el tiempo, se vino conmigo, y un día se fue de boda a Valencia. Él es de ahí, y a mitad del camino empezó a que no podía moverse, le diagnosticaron esclerosis múltiple en el cerebro. Se le paralizó un lado entero del cuerpo, perdió vista., etc. Fue muy duro para todos, pero lógicamente más para él. Poco a poco se fue recuperando, se pone tratamiento todas las semanas, prueba tratamientos nuevos, todas las noches tiene fiebre, pero a primera hora le tengo aquí trabajando, desde la vez que le dijeron que podía hacerlo. Es lógico, no quiere estar solo, pero a nosotros al principio nos daba miedo. No hay dolor que pueda con él y siempre está contento. Cuando algunas veces, le he dicho que se vaya a su casa a descansar me pide que no, por favor. Es un gran chico y lo loco que era antes, ha hecho que ahora sea no sólo buena persona sino uno de mis mejores trabajadores.

Seguimos con la boda de Alberto, el comercial de San Fernando de Henares. Yo le tengo puesto en el móvil como “calimerooo”. ¿Os acordáis del pollito negro con la cáscara en la cabeza que nadie le entendía? Pues es Alberto. Nadie le entiende, y además, pasa desapercibido. Ha ido junto a Oscar a todas las convenciones comerciales, y además, me ha acompañado a una de delegados. Pues todo el mundo, durante todos los años, me preguntan: ¿éste es nuevo? La misma persona al año siguiente ¿es tú comercial nuevo? Así convención a convención.

En su boda, los mensajeros le hicieron un pasillo y le cantaron una canción “militar” hecha nada más que para él. Nos dieron una botella de vino con sus caras, que con el paso del tiempo se ha estropeado. ¿A ver si renovamos y me regalas otra majo? Ahora tiene 2 hijos, también la parejita.

Otra boda fue la de Oscar. Él se llama “tigre” ya sabéis por qué. Yo le tengo grabado en el móvil como “pesadoooooo”, tal cual. Su boda también fue muy bonita sobre todo por la música que pusieron en la iglesia cuando entraba la novia y cuando entraron en el restaurante. Dos canciones preciosas. Luego en el restaurante se llevó camisetas Nacex de verano y se puso a casi todos los invitados, sobre todos los relacionados con la empresa y otros invitados que se animaron. Bailamos mucho, y además, sus amigos hicieron un álbum muy gracioso con fotos de ellos de pequeños y luego de mayores, como si fuera un cómic. Estuvo muy bonito, me hicieron llorar hasta a mí, sobre todo porque salía una foto de su padre que Oscar le quiere mucho y murió muy joven y no podía estar ahí, pero de alguna manera consiguieron que estuviera. Ahora, tiene una hija preciosa y la mar de graciosa, pero que puedes esperar con el padre que tiene. ¡Le está enseñando cada cosa!

Con todos los niños, como los ves de bebes y luego como van creciendo, es ver pasar el tiempo pero muy muy rápido.

Hemos tenido más bodas, pero sería largo seguir hablando de ello. Ahora, el 31 de agosto, se casa un mensajero. La crisis no ha podido con el amor.

Embarazos también hemos vivido unos pocos. No sólo de mujeres en el trabajo, sino también de los hombres, que ya no es como antes. Pero como me he alargado un poco, mejor lo dejamos para otra entrada.

Tengo que decir que, Andrea fue mi primera “sobrina-nieta”, pero que luego también he vivido en el trabajo otro embarazo y nacimiento de otro “sobrino-nieto”. Esta vez, Itzan. Entre medio, tenemos otra pero que no lo he vivido en el trabajo, pero un besito también para Violeta. Sobrino nieto significa que es un hij@ de una sobrina, ahora tengo la ilusión de ser abuela, porque quiero ser una abuela joven antes de que la artritis, el colesterol, las canas me hagan ser de otra manera.

Carmen Ruiz Atienza

Optimismo vs Pesimismo

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Optimismo vs pesimismo

Hoy, me he levanto un poco “soviética”, y esto significa que me encuentro reivindicativa y paso a llamarme “Carmelosky”.

Llevamos muchos años de crisis. Está siendo larga y dura, pero hay personas y/o colectivos,  que yo creo que están deseando que la crisis no termine porque se les acaba su forma de vivir. Han hecho su negocio del problema, pero no en positivo, sino en propiciar la negatividad para su propia subsistencia.

Hay cosas que no entiendo, cuando todos gastábamos sin medir el dinero porque era fácil que un banco te diera cualquier préstamo, teníamos tantos coches como adultos con carnet hubiera en una misma casa, incluso en barrios donde aparcar significa dar vueltas y vueltas para conseguir una plaza. Pero no importaba porque se presumía de opulencia. Tener coche supone unos grandes gastos que ahora lo estamos viendo mejor: gasolina, seguro, revisiones, etc., y esto multiplicado por dos, tres y hasta cuatro, según el número familiar. Además, no se tenían coches antiguos, todos con coches nuevos, nada de segunda mano.

A su vez, estábamos cansados y los spas urbanos crecieron como setas en el campo. Incluso te encontrabas un spa en algunos sitios impensables. Lo que antes se veía   sólo en exquisitos balnearios que tendían a estar ocupados por personas de cierta edad para sus curas reumatológicas, en la época de la que estoy hablando, aparecieron  en cualquier hotel o en cualquier local del barrio más obrero posible. Y lo digo por mi barrio.

Los especialistas te daban información de la depresión por el cambio de hora. La depresión por la vuelta del trabajo después de las vacaciones, la depresión por la vuelta a los estudios… Total, nuestro cuerpo y mente necesitaban darse un baño con masaje a seis manos, un tratamiento de choco-terapia o un tratamiento anti-vejez a base de vino.

Yo me hago ésta pregunta: la gente del campo que se levantaba al alba y terminaba su jornada a la anochecida, con muchos hijos a su cargo y arando la tierra, ¿dónde tenía las depresiones?, ¿dónde tenían los traumas? Yo creo que no tenían tiempo para todo esto.

Pero ahora, estábamos en la sociedad del confort y todo era necesario para nuestro cuerpo y nuestra alma.

Al mismo tiempo, las vacaciones se cogían sin problema, elegías lo que más te gustaba sin mirar precios, de larga duración y mejor a hoteles porque en los apartamentos al final tienes que cocinar y limpiar. Con esto último sigo estando de acuerdo, aunque por necesidad es mejor hacerlo, más barato.

Los pisos subían de precio, más y más cada vez, los políticos decían que tenía que explotar la burbuja inmobiliaria, pero no hacían nada para evitarlo. Era dinero para las arcas de todos: ayuntamientos, comunidades autónomas, estado, notarios y bancos. Y claro, a ellos no les interesaba romper esto.

Es la misma hipocresía del tema del tabaco. Aunque pertenezca al grupo Logista, y por tanto algo relacionado del tabaco, hay que reconocer la hipocresía. Se nos ponen leyes para que se nos mire como apestados, fotos en los paquetes de tabaco para asustar, se anuncia lo que cuesta en la Seguridad Social un enfermo del tabaquismo…, pero bien que cuando necesitan más dinero suben los impuestos y viven del dinero que se llevan de los paquetes de tabaco, aunque sepan que es una droga y que matan a la gente. ¿No hay mayor hipocresía que esto? Yo llevo seis meses sin fumar, ya no les daré trabajo en la Seguridad Social, o a lo mejor si por ese tema o por otros, pero de momento no les pago más impuestos del tabaco (aunque sí otros impuestos).

Además del tema del tabaco y lo de los pisos, es la situación actual de algunos profesionales que están haciendo el negocio mientras que se sigan dando malas noticias.

Cuando no teníamos crisis y vivíamos felices gastando dinero que nos daban los bancos o los políticos gastando dinero que no teníamos, pues no pasaba nada. En la televisión, por ejemplo, había programas de fiesta, canciones, comedias, etc. Cuando ha llegado la crisis, la televisión se ha llenado de periodistas, críticos, etc., que programa tras programa, dan su opinión sobre la crisis y lo mal que lo hacen otros, pero no dan la solución. Es gracioso ver cómo, ante el mismo problema, se ven de diferente manera las soluciones. A mí no me hace gracia, porque algunas veces parece que nos quieren llamar tontos y sobre todo que no tenemos memoria. Repiten lo mismo una y otra vez, porque además los que hablan se ve claramente que son de un partido o de otro, los economistas también, pero ¿cómo es posible que sabiendo tanto y teniendo tantos conocimientos no han conseguido terminar con las crisis? A lo mejor, no les interesa porque si se termina la crisis no tendrían tanto trabajo porque en realidad  se van de una cadena a otra diciendo lo mismo.

Parece que hay un concurso para ver quién da la peor noticia posible. Una noticia positiva tiene un minuto de vida, la negativa horas y horas de televisión, tertulias, periódicos, opinión,  etc. Tenemos personas que antes no sabíamos que existían para que nos expliquen que es la prima de riesgo. Cuando estaba alta, salían un día sí y otro también para explicarlo en todos los medios de comunicación. Cuando está mejor, no sale nadie para hablar, se olvidan del tema, pero en cuanto sube unas décimas, ya oímos eso de “ya lo he dicho yo, no quiero ser pesimista pero ya lo sabía”, pero se vuelve a esconder cuando al poco vuelve a bajar.

Damos la enhorabuena a un pueblo o bomberos, policías, etc. que lo han dado todo en el accidente ferroviario de Galicia, y al día siguiente, sacamos errores de coordinación o hablamos de defectos cuando están en el aire proyectos de venta. Por supuesto que es necesario mejorar y que no tenía que haber muerto nadie, pero la solidaridad no nos puede dudar tan poco tiempo, por lo menos un poco de respeto a los familiares de esas víctimas que sufrirán más si oyen tantas cosas. Luego, los jueces ya dirán lo que tengan que decir.

Siguiendo con estos tertulianos que nos acribillan en programas, opinan en los periódicos, hablan en las radios, que tanto antes como ahora, han tenido la posibilidad de arreglar todos los problemas, pero no lo han hecho. Yo pienso: si se arreglan los problemas, ¿de qué vivirían ellos? Y me podéis contestar: de su profesión. Pues que lo hagan ya y dejen de darnos las charlas correspondientes, que además, se ven de diferente forma según el partido político que hable y/o actúe.

Estoy así porque este fin de semana he salido poco y he visto televisión. Me encuentro que durante la semana y a la misma hora, hay muchos programas de “actualidad” dando opiniones de jueces, abogados, política, sociedad, etc., ¿Alguien se ha preguntado las ideas que se dan a abogados defensores de delincuentes y asesinos donde se les está informando de los fallos del juicio? Pero llega el fin de semana y nos cambian las películas,  los musicales (que ya no existen) o las obras de teatro por más tertulias, para repetir lo mismo de toda la semana, por si acaso nos habíamos perdido algún segundo.

Eso sí, para ahorrar gasto, nos ponen las películas del siglo pasado, o las austriacas, alemanas o basadas en un hecho real de dolor y miseria, que te hacen adorar “Cine de Barrio” y Paco Martínez Soria.

Pero, ¿en realidad se produce un ahorro? o ¿lo que tendrían que pagar por una buena película se lo pagan a los tertulianos que van de cadena a cadena de televisión, radio y periódicos?

Antes, incluso había emisoras de radio que todo el rato ponían música. Ahora, encontrar una así es muy difícil. Menos mal que tenemos el iPod.

Yo quiero buenas noticias, que las hay y muchas, pero no venden tanto como las malas.

Necesitamos alegría, relajar nuestra cabeza de problemas, ánimos porque al final el que está más abajo es el que está sufriendo todo, canciones, que vuelva Peret, Chunguitos, la canción del verano, “La Barbacoa”, “Los Pajaritos”, lo que sea, pero que  disfrutemos del momento, que luego, te puede caer una bombona de butano y te lleva volando a las nubes.

Somos un país alegre, que toda esta gente no nos amargue la vida y saldremos adelante entre todos, no entre unos cuantos.

Hay que levantarse de la silla y exigir la “felicidad”. No viene en la constitución, pero debería de estar y deberíamos denunciar que nos la están robando.

Pensemos y publiquemos noticias positivas que LAS HAY.

Carmen Ruiz Atienza

Las Plataformas Nacex

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Plataformas Nacex

Ayer, estuve en la Plataforma de Nacex de Madrid y recordé que, en otra ocasión, había pensado en hacer una entrada del blog dedicada solamente a las plataformas que componen la red de Nacex, y ha llegado el día.

Todas las funciones de los componentes de nuestra red son eslabones necesarios para que los paquetes lleguen a su destino en el momento adecuado. Mucha gente no se da cuenta del trabajo y las personas que están detrás del servicio que realizamos. A día de hoy, los paquetes todavía no se tele-transportan en una máquina que hace que las moléculas se disuelvan y aparezcan en otro lugar de la geografía española sin daño alguno. Eso lo podemos dejar para alguna película de ciencia ficción, o quien sabe, para un futuro. Si es verdad que antes transportábamos mucha más documentación porque hoy en día se hace por otros medios y gracias a la firma digital hay más seguridad de quien remite dicha información. Y, según se vayan implantando las nuevas tecnologías, menos nos utilizarán a nosotros para realizar el servicio.

Aunque reconozco que con la documentación se han conseguido grandes adelantos, en tema de paquetería todavía no se ha llegado a ninguna solución, salvo utilizar el transporte, ya sea terrestre, aéreo o marítimo, pero algún tipo de locomoción se utiliza.

Debido a mi mente femenina, el hablar de rutas por carretera es como hablar del mismo diablo. Aunque hay libros que dedican su tiempo a explicar “el por qué las mujeres no entienden un mapa y los hombres no encuentran nada en la nevera”, en mi caso, y aunque soy capaz de leer un mapa (he sido durante mucho tiempo copiloto), no tengo la menor duda que los navegadores fueron el mejor invento para mi después de otro pequeño “electrodoméstico” que no voy a decir el nombre, pero que no es la lavadora.

Las rutas de mis delegaciones las organizan y preparan mis controladores de plano, hombres. Creo que es de los pocos trabajos que hay en la empresa que no sólo no quiero aprender, sino que me costaría un mundo hacerlo.

Tengo que aclarar que estas palabras no son ni machistas ni feministas, sólo que hay que reconocer lo bueno de cada uno de los sexos, y como dice el libro, si se consigue entender que cada uno es muy válido en un área, nos entenderemos mejor.

Una vez aclarado el punto, continuamos con la explicación. Si en una delegación hay que hacer rutas, ¡imaginaros en el resto de la península! Cuando miras el mapa y la ruta, parece que es lo lógico y normal, pero una vez que ya está pensada, contrastada y realizada.

Además, las rutas están vivas (no me he vuelto loca). Están muy vivas y hay veces que hasta muerden. Digo esto porque según las cantidades de paquetes, pesos, medidas y conductores, tienes que tomar decisiones tan importantes como doblar rutas, cambiar recorridos, etc. Y esto ocurre tanto en las delegaciones como en las plataformas. Además, también ocurre que una vez las rutas han salido, pasa cualquier incidencia que hace que tengas que mandar a otro conductor para seguir con ella. Esto puede ocurrir por un accidente, una avería del coche, una enfermedad de un conductor o que alguien utilice a los conductores para algún plan de locura. Ya hemos contado que, hace poco, un conductor mío se topó con un destinatario que le sacó una pistola de balines. Otro día, a la semana siguiente, a otro conductor le pusieron una denuncia por tropezar con una mujer. Esto significó que los dos conductores perdieron esos días de trabajo y los días que han tenido juicios, más el disgusto y el susto. Lógicamente, esto supuso otra nueva organización de las rutas para seguir con el trabajo. Los clientes no se llegaron a enterar de nada. Todo fue entregado correctamente y a tiempo.

Me viene a la memoria cuando un conductor se dirigía a la plataforma y se le olvidaron las palabras, no sabía donde iba, lo que estaba haciendo ni donde vivía. Saber lo sabía, pero no lo sabía explicar. Me acuerdo que la vez que le pasó la crisis más fuerte, cuando hablaba con nosotros, por ejemplo, para decir la palabra postre nos decía: “aquello que se toma después de las comidas y es dulce”.

También he contado cuando tuvo un accidente un mensajero y tuvimos que recoger los paquetes por la carretera. Al día siguiente, estaba todo perfectamente entregado.

Lo mismo ocurre en todas las delegaciones y, por supuesto, en las rutas nocturnas de las plataformas. Aquí en Madrid, hay varias personas que están desde la tarde y la noche organizando y controlando todo lo relacionado con las rutas. Hay en concreto una persona cuya imagen mía de él  es siempre organizando y hablando de todos los cambios que tiene que realizar.

No sé si lo he contado en otra entrada, pero hace años tuvimos un cliente que desde Alemania enviaban unos paquetes no muy grandes llenos de botes de pepinillos en vinagre para un burguer famoso. Normalmente, no lo hacía mediante nosotros, sino por un transporte convencional. Esa vez, les había fallado, y al día siguiente, tenían que estar en los restaurantes para las hamburguesas. Eran varios tráilers y eso significaba muchos paquetes. Y como siempre, cuando otros transportes fallan, ahí estamos nosotros que nunca fallamos.

Hace poco, puse que éramos el 112 del transporte y así es. Estamos para las emergencias y lo que otros no pueden o no saben hacer.

Siguiendo con la narración, una vez que superamos la tensión de la espera de los camiones, nos pusimos como locos a teclear. Ahora, todo sería más fácil, nos habrían mandado un fichero y se hubiera hecho todo automáticamente, pero en esos años, no había llegado la tecnología de los ficheros (todavía utilizábamos los diskettes) y nos pusimos como locos a teclear, a mí me sirvió mi época de grabadora de datos. Además, tuvimos que pedir permiso para llegar más tarde a la plataforma, aunque les íbamos informando de los destinos y los kilos por sí tenían que doblar rutas. Yo iba mandando coches y furgones para que en la plataforma se fuera adelantando trabajo. A última hora, bajamos tres coches y mi furgoneta (Nissan Serena). Llego a plataforma y empecé a descargar los paquetitos, que pesaban cada uno por lo menos 10 kilos. Recuerdo al organizador venir directo hacia mí. No me acuerdo de sus quejas, mi mente sólo recuerda los dichosos paquetes y su dichoso peso y la voz de él en mi oído regañándome. Sólo quería que todo se terminara y que alguien me ayudara. Una vez que me dijo lo que me tenía que decir, se marchó. Yo terminé de descargar.

Otro recuerdo que tengo de él  es en Venecia. Yo en una vaporetta, mirando las casas, los canales, hablando con amigos, relajada y feliz, acababa de empezar mis vacaciones, llevaba un día y suena el teléfono. No me dio tiempo ni a decir hola cuando recibo la regañina correspondiente. La gente de mí alrededor estaba asustada, oían los gritos y yo sin poder decir nada, pero cuando conseguí hablar todo quedó arreglado. Es lo que tienen algunas personas, que son tan buenas que tienen ese pronto, pero luego se quedan tranquilos y a gusto y hacen su trabajo a la perfección. Yo pude seguir con mis vacaciones.

Sin ellos no saldría nada adelante. Las rutas nocturnas, además, han tenido problemas de robos, han sido perseguidos y robados, incluso en marcha. Pero no sólo los Nacex, el resto también. Por eso, algunas veces, hacen los caminos juntos todas las empresas del transporte. Los conductores tienen además el GPS que sabe en todo momento donde se encuentran y que pueden localizar el vehículo en caso de robo. Y así durante toda la noche, y de madrugada, vuelta a las plataformas, a colocar las mercancías para que cuando llegan los conductores de las delegaciones se pongan a cargar y se dispongan a llevarlo a las delegaciones para controlar uno por uno y salgan a repartir.

Es un trabajo en el que todas las horas del día y de la noche hay personal trabajando para que la mercancía llegue a las manos de cualquier persona, no sólo de España sino del mundo, en perfecto estado y controlada.

Ahora, quiero hacer una mención al espantoso accidente de tren ocurrido ayer 24 de Julio en Galicia. Es horrible con tantos muertos y heridos, y sobre todo, con tanta angustia de familiares. Me ha hecho recordar el atentado de Atocha en Madrid y el sufrimiento que tuvimos todo el día, la tristeza y la pena. Aunque no teníamos directamente ningún afectado, todos tenían algún conocido. En esos momentos, me acordé de gente que llevaba sin saber de estas personas mucho tiempo, pero a todos los querías localizar para saber que estaban bien.

En otro momento, dedicaré una entrada al blog sobre este horrible día, pero hoy, quiero dedicar unos momentos a las víctimas, heridos y familiares de este sangriento. Todos estamos con ellos, no en cuerpo, pero si con el alma. Además, envío toda mi admiración a todos aquellos que estando allí están donando sangre y están ayudando. También me viene el recuerdo de las colas de sangre que hubo en Madrid. En estos momentos es donde se demuestra la grandeza de un pueblo y su solidaridad.

Carmen Ruiz Atienza

He sido Directora Regional

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

enthusiasm

Ahora, me voy a ir a las fechas 2004 y 2005. Todavía no había llegado la actual tormenta y todo era crecimiento. Esto significaba que había buenas relaciones entre todos los componentes de Nacex. Estábamos perfeccionando nuestra calidad, estudiando nuevos mercados y filosofando sobre nuestro futuro. Ahora, no me acuerdo de las fechas de los acontecimientos que voy a relatar pero no deben de estar muy lejos de éstas. Éramos tan felices que hasta tuvimos dos reuniones entre la central y algunos franquiciados para filosofar sobre “donde estábamos, hacia donde nos dirigíamos y adonde queríamos llegar”. Todo en ambientes distendidos, hablando tranquilamente. Una reunión fue en Ávila y otra en Segovia. No sé si se han vuelto a hacer, pero lo que sí que tengo claro es que sólo estuve en éstas dos. Fijaros que siempre se dice que las crisis son buenas para hacer cambios y renovarse, y nosotros, antes de las crisis ya teníamos algunas reflexiones. ¡Qué pena que llegara la crisis y no tuviéramos tiempo para rematarlo con sensatez y sin prisas!

En noviembre del 2003, se compra la agencia 2826 actual y me encuentro sumergida en dichos cambios en San Fernando de Henares, siguiendo con mi “perdida de oremus”, de la cual ya he contado bastantes episodios para que se pueda comprobar. Como decía, siguiendo con mis locuras, me presento a Directora Regional zona Centro. Esta zona incluye toda la comunidad autónoma de Madrid, Castilla-La Mancha, Baleares y algunas provincias de Castilla-León. Sustituyo al anterior que era el franquiciado de Ávila. Es decir, si no quería una taza pues toma 2 tazas más, porque entonces me encontraba con la agencia 2801 San Sebastián de los Reyes (incluida la actual 2831 Alcobendas), la 2821 Tres Cantos  y la nueva 2826 San Fernando de Henares. De locura, y encima, me hago Directora Regional. ¿Perdí el oremus o no lo perdí? Que conste que utilizo esta expresión porque me hacen gracia los giros que produce. Porque, además, aunque estaba separada desde el año 1999, fue en el 2004 cuando separamos las sociedades definitivamente. Fueron unos meses complicados, ya se sabe, esto para ti, esto para mí, dividir el personal, etc., pero eso es otra historia que ya contaré. Tengo que añadir que el 2004 fue también el año que perdí a dos personas que trabajaban conmigo, a Jesús (el de la nariz rota en una gincana), que era mi comercial y al mismo tiempo mi excusado, y a David, un conductor. Por lo tanto, fue un año muy duro. En la convención de Sevilla de ventas, nos dieron una estatuilla por la trayectoria comercial de Jesús. Fue muy bonito.

En nuestro capítulo V de nuestro Reglamento Operativo, es decir, junto con el contrato, le podemos llamar nuestro Antiguo y Nuevo Testamento, vienen reflejadas las funciones del consejo, las personas que forman parte y el mínimo de reuniones.

Yo creo que pocas empresas de transporte, o cualquier otra empresa que esté basada en franquicias, tienen reglado un sistema como éste. Es tremendamente interesante y, por lo menos, hace que todas las voces sean oídas. Otra cosa es que sean escuchadas. Pero no es nuestra historia y paso a indicar lo que yo he vivido.

Como he comentado, pierdo la cabeza y me meto también a Directora Regional de la Zona Centro sustituyendo a mi compañero de Ávila. Normalmente, en el mes de noviembre-diciembre, se manda un comunicado para que la gente se presente a Director Regional. Si se presentan varios candidatos, se nos informa para que votemos. Gana el que más votos saque, sin más. El anterior a mí ganó por un solo voto. A mí no me hizo falta, no se presentó nadie más que yo. El segundo año, como no se presentó nadie, tuve que continuar otro año, pero al siguiente ya obligué que alguien se presentara y fue un compañero de Madrid y Baleares.

Sería muy bueno que todos se presentaran a este cargo. No hay mucha gente que se anime, pero tengo que decir que sería muy bueno para todos que lo hicieran. Aquí, podemos hablar de la zona de confort, porque hay algunos que dicen que mejor que lo hagan otros porque lo hacen mejor, hablan mejor, se explican mejor, etc., pero son tonterías (con mi respeto) porque todos los franquiciados somos capaces de hablar de nuestro negocio, ¿a que sí? Lo que pasa que muchas veces es más cómodo que los demás hablen por ti. Yo, con dos años, ya he cumplido. Esto es como con los hijos y el índice de natalidad. Ya está hecho.

Entonces, yo no tuve que hacerme propaganda de mi misma ni pedir el voto de nadie porque estaba sola en la candidatura.

La primera reunión del consejo se hizo con todos los directores regionales, tanto los salientes como los entrantes, y se hizo en Madrid. Estaba un poco de novata, y además, habiendo pocas mujeres, pero alguna había. Ese día, recuerdo a una directora regional saliente que se dirigió a mí y empezó la frase “con mucho cariño” y me indicó algo que presuntamente yo le estaba haciendo y no estaba de acuerdo. El Consejo lo escuchó, lo analizó y no le dio la razón. Hay que aclarar que tenemos un manual en el que se explican todos los temas, y yo soy de manual, no me salto un semáforo en rojo ni ámbar ni por equivocación. A partir de ese día, cuando querían decir algo sobre mí, empezaban con la frase “Carmen con mucho cariño….”. En ningún momento tengo que aclarar que se me quitara la razón de lo que yo hacía con cariño o sin cariño, es decir, yo no estaba equivocada.

También me gustaría aclarar que siempre he tenido complejo de “sorda”, es decir, que aun siendo joven (¿no pensemos otra cosa, eh?) no oigo muy bien cuando me susurran algo en el oído y mi tono de voz es fuerte, por lo que, he ido muchas veces al médico diciendo que soy sorda o casi, pero él se empeña en que soy normal y que oigo normal, pero yo sigo sin escuchar lo que me dicen en el oído. Esto viene que un compañero andaluz de esa época, al cual le adoro, me contó en las primeras reuniones algo suyo personal. Después de hacérselo repetir 3 veces y para que no pensara que estaba cerca de tener un retraso mental, hice como que le entendía. A la siguiente reunión le pregunté por lo que yo pensaba que me había contado y me miró a punto de llevarme a un manicomio. Había oído justo lo contrario. Dios, ¡que vergüenza! Mis primeras reuniones y empezaba “con mucho cariño” y entendiendo lo contrario de lo que me decían.

Cada mes, estábamos en una ciudad de España. Además, se invitaba a un delegado de la zona para que también asistiera a estas reuniones.

La primera reunión en la que ya estábamos los miembros del Consejo entrantes se hizo en Marbella, en el hotel Guadalpin, ¿os suena de algo? Corría el mes de abril. Alucinante, la habitación que me tocó era casi como toda mi casa, y algunas habitaciones tenían jacuzzi. Era febrero y no se podía utilizar porque estaba en la terraza aunque no hacía mal tiempo. Se empezó la reunión en un salón que daba a una terraza con una bonita brisa de mar, y comenzó lo bueno, el trabajo, el conocimiento de la situación, la realidad, las personas, ¡Madre del Amor Hermoso! No sabía si salir corriendo o seguir sentada en la silla, pero rápidamente me puse a tono y pim pam, se siguió el ritmo y se empezó a trabajar dando ideas, soluciones, etc. Lo que hiciera falta para el bienestar de la RED.

También fue la primera vez que en la cena nos siguió un camarero porque no habíamos pagado. Esto es fácil. Entre tantas personas, que pago yo que pagas tú, se levantaron los que tenían que pagar pero no lo hicieron, y cuando salimos, vimos a los camareros corriendo detrás de nosotros gritando que les pagáramos. Yo al ser de Madrid, y “no tener playa”, estaba absorta mirando el paseo marítimo, buscando una terracita para tomar algo con mis compañeros antes de acostarnos, mirando las estrellas, y de repente, alguien que me sujeta el brazo para que pagara. ¡Yo no tengo que pagar! Pero si lo tenía que hacer pues lo hacía porque hacerlo para nada es tontería, pero que quede claro que nadie me lo había dicho. Pero no era yo la que tenía que pagar, y al final, así se hizo.

Mi antecesor, compañero de Ávila, claro era hombre, por lo tanto, se repartían puros, y luego, se echaban una partida de mus, y yo, con mi llegada, les estropee todo. Aunque tengo que decir que, sé jugar al mus y creo que bastante bien, pero no tuvieron ninguna intención de jugar, y lo del puro, como que no tenía complejo de Sara Montiel, pues no pude compartir esos momentos masculinos tan especiales.

Cada mes, estábamos en alguna ciudad de nuestra hermosa geografía. No me daba tiempo a conocerlas, aunque sí los aeropuertos. Se llegaba con el tiempo justo para la reunión, nos encerrábamos en la sala del hotel, se terminaba el día y llegaba la noche, tiempo para una ducha y a cenar. Se terminaba de cenar y como mucho una copa y a la habitación. Al día siguiente, vuelta a empezar y reunidos hasta que salieran los aviones para los distintos destinos. Y nos faltaba siempre tiempo, no podíamos terminar con todo.

Si no recuerdo mal, en el aeropuerto, cuando estuvimos en Gijón, fue complicado. A la vuelta teníamos overbooking, y posiblemente, no tuviéramos plaza. De repente, tenía en mi mano la tarjeta de Iberia Plus, me la dio la recepcionista y anunció que las personas que tenían dicha tarjeta podían pasar, pero por los pelos. Tengo que decir que, un poco más y conozco Gijón. Me había sacado la tarjeta pero no sabía las ventajas que podía tener, y además, tampoco me gustaba utilizar ciertos “privilegios”. Yo en mi línea, aunque en este caso lo hice.

Aquí, voy a hacer un pequeño paréntesis sobre mi recorrido por la historia de mi etapa de dirección regional, porque al hablar de aeropuertos me acabo de acordar de otra experiencia que he tenido con los aviones.

Mis padres ya son mayores, y mi padre, en concreto, se quedó ciego hace años. Antes que estuviera totalmente ciego, le lleve a visitar a los familiares que tenemos lejos de Madrid. Francia y Tarrasa. En el caso de Tarrasa, lo que hice fue reservar plaza en primera, toda contenta yo, porque también iba a ser la primera vez que yo hacía un viaje de ese estilo. Ellos no lo sabían y quería darles una sorpresa. Resulta que empezamos con que nos cambiaron de puerta donde estábamos esperando, y además, en vez de llevarnos por la pasarela hasta la entrada del avión, nos metieron en un autobús hasta el avión. El problema fue que, en el mismo autobús, había todo un equipo de baloncesto. Y ahí nos veis, a tres enanos entre unos deportistas de élite, que además, eran muy graciosos, pero yo era incapaz de mirar hacia arriba sin troncharme la columna. Hay que tener en cuenta que mido poco más de metro y medio, aunque con los tacones disimulo un poco mejor. Inexplicablemente, el autobús se paró sin llegar todavía al avión ni tampoco abrir las puertas. Yo me sabía de memoria todos los botones que tenía el cinturón de la persona que tenía enfrente y creo que era el cinturón porque debía de estar más colorada que un tomate porque el autobús estaba lleno no, lo siguiente. Y nada, que eso no se ponía a andar para mi mayor vergüenza. Encima, tuve que explicar a unos mayores que estaba pasando sin siquiera yo saberlo. Pero los deportistas se pusieron a contar chistes, muy graciosos ellos, pero yo no sabía si al mover alguna parte de mi cara la cosa podía empeorar y bastante. Al final, nos pusimos en movimiento y subimos al avión por la parte de atrás. Entré a la primera clase, los del baloncesto se quedaron en turista. Tengo que decir que, no me acuerdo del nombre del equipo de baloncesto, pero lo que sí que me acuerdo es que la persona del cinturón era un famoso jugador de baloncesto casado con una famosa que tuvo un hijo y luego se separó, ¿os suena?

Ya tenía una anécdota que contar de este viaje, en cuanto se me pasara el rojo de la cara. Vi a las azafatas muy atentas y muy nerviosas. El avión no despegaba. Por delante entró gente que miraba, revisaba asientos y salía de nuevo. Las azafatas empezaron a hablar en clave: “ya llega, ya entra, ya pasa” y, ¡zas! De repente, delante de mí, por la puerta delantera del avión, vi unas grandes piernas, empezaron a subir la mirada y la cabeza. ¡Más altos no por favor! Y, me encontré con los ojos del Príncipe Felipe. Dios, si soy republicana y, de todas maneras, me pongo nerviosa. ¡Qué alto es! Seguía sentada, cualquiera se levantaba, y además, que guapo es. Por aquella época, era cuando se decía que estaba con Eva Sannum y en los periódicos salían fotos de ellos en una boda, aunque no me acuerdo muy bien. Se puso atrás de todo. Yo intentado explicar a mis padres que estaban viendo bien y que teníamos un compañero de viaje especial. Llegamos a Barcelona y yo cogí a mis padres para dejar que el Príncipe pasara delante, él me dijo que no, que esperaba detrás. Al parar el avión, ambos sacamos de nuestros bolsillos los móviles, eran los mismos, ¡qué genial! Seguía nerviosa y me decía: pero si eres republicana, pero imponía. La verdad es que, sin querer, ese día, di una buena sorpresa a mis padres. Otro día, vi a la Reina, pero ya es otra historia.

Siguiendo con nuestras reuniones de Directores Regionales, tengo que decir que la mayoría las hacíamos en Madrid y en Barcelona. En noviembre, fue en Lisboa junto con la convención Nacional, yo no asistí a dicha convención, porque como he contado al principio, en julio, se produjo la separación de sociedades y como el título de transporte lo ponía mi ex, tuve que examinarme en noviembre de la OT. Aprobé y me dieron la noticia en diciembre. Me hizo muy feliz.

En 2005, empezamos en enero en Sevilla junto con la convención de comerciales. Tengo que decir que si las reuniones eran largas, cuando además coincidían con las convenciones, se hacían más pesadas todavía.

En junio, estuvimos en Hondarrubia, donde tengo que decir que se come muy bien, y en julio, en Sitges, ciudad muy bonita. Fue también un consejo interesante. Además, recibimos la visita de Miguel de Logista, el que en otra entrada del blog había venido a visitar mi delegación porque quería comprar una franquicia y terminó comprando toda la red. ¿Os acordáis?

Y en noviembre, otra vez de convención, ésta vez en Port Aventura. Tengo que decir que yo soy miedosa por naturaleza y en estos sitios sólo subo a los caballitos y con mucho cuidado.

En todos los sitios donde estábamos, nos llevaban a cenar a unos restaurantes donde podíamos degustar buena comida, salvo cuando veníamos a Madrid. Un día lo comenté, dije que en Madrid también había buenos restaurantes. Entonces, una vez eligieron un restaurante que es el que van los jugadores del Real Madrid, y claro, fue un fracaso ¿Cómo se les ocurre llevar a este sitio a unos forofos del Barça? No les gustaba nada, ni la comida, y mira que en Madrid, tenemos buenos restaurantes y éste es uno de los mejores. A mí me encantó y cené muy bien.

También  quiero añadir que, las cenas eran las que hacíamos en los restaurantes, porque las comidas las hacíamos en el hotel o bien nos la traían en las plataformas de Madrid y Barcelona.

Pero, aparte de este repaso que he hecho de las ciudades que visitamos en esos 2 años, tengo que decir que, trabajábamos mucho y no daba tiempo a terminar todos los temas, por lo tanto, se seguía con multi-conferencias o video conferencias. Es un trabajo muy interesante.

Durante estos años, aprendí mucho más del transporte, de las personas, de la empresa, de todo. Aunque es duro, un compañero me dijo una vez que yo “vivía en los mundos de Yupi”. Es verdad, prefiero no ver ni vivir ciertas cosas, pero aun así, se consiguieron aportar muchas cosas porque el consejo está vivo y, día a día, año tras año, se aporta lo bueno que todos tenemos en esta santa casa.

¿Qué os parece esta democracia que tenemos en Nacex?

A mí me enamora, me ilusiona, me apasiona, me hace crecer, me admira, me encanta ver como no estoy sola, que puedo salir de mi zona confort apoyada por un gran grupo de empresarios y emprendedores, con el mismo fin por alcanzar, y siguiendo con “mis mundos”. Como diría Vicky el vikingo, dando un salto lateral con las piernas: “estoy entusiasmado”.

Carmen Ruiz Atienza

Y empezamos a crecer

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Clientes Liberación 2000

Siguiendo con la historia de mis últimos años de vida, quisiera desarrollar varios puntos donde podemos comprobar que todas las crisis tienen que pasar, y si además las aprovechamos, sirven para renovarse por dentro y por fuera, pero hay que buscar siempre lo positivo de todo momento. Lo penoso es cuando lo único que se hace es esconder la cabeza como el avestruz y esperar que todo se termine, o aquellos otros que dejan que los demás hagan los movimientos suficientes para que ninguno te haga “jaque mate” a lo tuyo.

No soy de ese tipo de personas, por lo tanto, hay que echar toda la carne en el asador y dejar de lamentarse de la situación, echar la culpa a los otros y “levantarse de la silla”, como dice la promoción de Coca-Cola. Claro que, es más fácil seguir la corriente del río, incluso para los que no quieren escuchar, es mejor aquellos que no quieren hablar, pero hay que remar hacia donde tengamos que remar, y si es en contra de la corriente pues habrá que hacerlo, y además se hace, porque “hacerlo para nada es tontería” y encima adelgaza más. ¿No somos capaces de pagar un SPA que tenga aguas contra corriente para que nos cueste más y quememos más calorías? Pues si hay que hacerlo se hace, pero siempre pensando en positivo, porque no me gusta aquellos que siendo más “largos” se quieren aprovechar de la situación actual para pisar más, si se puede, a los débiles.

Siguiendo con la historia que tenemos entre manos, tengo que decir que una vez superado los primeros años, empezamos a crecer y crecer. Los clientes eran aquellos clientes únicos que sólo buscaban la calidad, les daba lo mismo lo que costara. En esos momentos, sólo podían confiar en dos empresas de transporte urgente y una de ellas éramos nosotros: NACEX. Nadie nos podía superar en calidad. Pero lo mejor de todo es que, no conformes con lo que estábamos haciendo, queríamos la perfección y buscábamos más calidad en todo aquello que tenía relación con un envío:

  • Sólo dos tonos de llamada sin coger el teléfono,
  • Comunicación de la incidencia real antes de que el cliente se queje,
  • El comercial tiene que ir a todas las llamadas/visitas necesarias y requeridas por cualquier cliente,
  • Todos los estados de situación del envío online. Para ello tenemos unas PDA que registran todos los estados en el momento:
    • Cuando el mensajero va a recoger un envío,
    • Cuando el cliente lo trae en la oficina,
    • Cuando preparamos el envío y lo subimos a la furgoneta de la agencia,
    • Cuando llega a la primera plataforma, en mi caso, la de Madrid,
    • Cuando pasa por los lectores de códigos de barra en la plataforma, con el peso, medidas, etc.,
    • Cuando pasa por las rampas para cargar en las distintas rutas correspondientes,
    • Cuando el rutero, después de estar toda la noche conduciendo, va llegando a otras plataformas y/o delegaciones,
    • Cuando llega los envíos a la última plataforma,
    • Cuando lo recogen los coches de las agencias (hay que tener en cuenta que tenemos muchas cámaras),
    • Cuando llegan los envíos a las delegaciones,
    • Cuando va el mensajero a entregar/incidencia,
    • Cuando vuelve a la delegación con incidencia,
    • Y se seguirá informando hasta que el envío esté entregado o vuelta a origen.
  • Y así un día tras otro. Calidad en la seguridad. Ponemos todas las medidas para que no se produzcan ni robos ni roturas.

Podría seguir poniendo más ejemplos, pero creo que sólo se puede creer todo lo que hacemos si estáis con nosotros trabajando.

Puedo contar algunas anécdotas de cómo los clientes, que sólo querían calidad costara lo que costara, cambiaron en el momento que llegó la crisis:

  • Recuerdo a un cliente que era encantador, pero se enfadaba siempre porque en una provincia de Castilla-La Mancha se le recogía (algunas veces) cinco minutos más tarde. Nosotros lo podíamos entender y es que suponíamos que nos decían la hora justo la que salían las personas para irse a sus casas. Nos echaba unas broncas que teníamos un gran disgusto. En cuanto llegó la crisis nos cambiaron de mensajería a otra que les recogía 2 veces por semana y se tenían que esperar el tiempo que hiciera falta. Creo que nunca se quejaron.
  • También hay que tener en cuenta que el personal de una empresa cuando hace algo mal a los primeros que nos echa la culpa es a nosotros. Recuerdo varios casos en que la persona que tenía que presentar concursos los hacía bastante mal, porque además según la comunidad autónoma es de una manera o de otra. Nosotros somos especialistas en estos trámites, y más de una vez, hemos salvado el error de la otra persona, pero ahora bien, el primer error que se pudo tener, y antes de que le echaran, no dudo en decir que los culpables éramos nosotros. Además, en un caso fue un error de problemas en Baleares con avión incluido, es decir, tampoco fue directamente el error del Courier, pero se negó a aceptarlo y su jefe le creyó.
  • Otro jefe que también creyó a su personal, decidió llamarme por teléfono, porque ya antes había discutido con el resto de mi personal y yo siempre les digo que para “discutir estoy yo”. El problema fue que, en el momento de descolgar el teléfono, no me dejó ni presentarme, todos los insultos que tiene la lengua castellana los estaba recibiendo uno detrás de otro. Además, me estaba diciendo al mismo tiempo que estaba recién operado del corazón. Yo la verdad, es que llegué a pensar que tenía que llamar al 112 mientras hablaba con él, no podía articular palabra y el señor cada vez más nervioso y como que le costaba hablar. Cuando terminó de acordarse, no sólo de mí sino de toda mi familia, conseguí hablar con él, explicarle lo que había pasado y hacerle sólo algunas preguntas que eran lo suficiente para que él sólo se diera cuenta de quien había tenido la culpa de todo. Me volvió a llamar a las pocas horas y sólo recuerdo que me dijo “lo siento y a sus pies”, algo raro en ésta época en que andamos.
  • Otros clientes están mirando la web para comprobar los oks de entrega y/o incidencias, y si no lo ve, nos llaman a nosotros, pero en cambio cuando cambian de mensajería no lo miran, porque si no se darían cuenta que meten el ok de entrega cuando está en la oficina no en el destinatario.
  • Si es verdad que los destinatarios que trabajan con Nacex saben que somos buenos y caros, y cuando nos retrasamos, ya están exigiendo a su cliente y él a nosotros, pero cuando es otra compañía ni miran la hora, por lo tanto, no saben si han llegado a tiempo o no.

También los clientes de antes de la crisis eran buenos pagadores, ahora no. Ahora mienten para dejarte en la estacada. Porque cuando una persona/empresa tiene intención de pagar y no pueden por circunstancias, pues pueden hacer un intento de pago, aunque sea a plazos, poco a poco. Pero de esos hay muy pocos. Bueno, en realidad, yo creo que ninguno aunque he dado la oportunidad a muchos, porque al final me cuesta más el abogado que lo que me debe.

Me acuerdo de los que me han dejado a deber dinero de la siguiente manera, todos clientes de toda la vida:

  • Resulta que empieza a jurar que va a pagar, que como dudo de ellos si siempre había pagado a tiempo y regularmente. A los tres meses, les digo que se acabó, y al día de hoy, no he conseguido nada de la justicia porque han disuelto la sociedad o la ha comprado una empresa de Bahamas y no se sabe nada más. Ahora bien, todos los trabajadores con el antiguo socio y el mismo edificio de antes, es donde con otra razón social siguen trabajando y yo sin el dinero. Y estoy hablando de mucho dinero.
  • Otro me daba pagarés y cheques y con mucho retintín me decía que tenía el dinero suficiente y que cuando quisiera me pagaba. Creo que han pasado 4 años y sigue sin pagarme, y además, está a mi lado y veo como cada día trae un cochazo más grande.
  • Otro, después de 3 años, consigue que se le retengan las cuentas, y el juez le embarga una cuenta que tiene 36 euros. Y es lo que me pagan a mí. Otra vez vuelta a empezar para que le embarguen las cuentas que tienen más dinero y/o clientes.
  • Otro que después de varios años, consigue un acuerdo con el cliente para realizar los pagos a cuenta. No llega a pagar ninguno. Se vuelve al juicio y se le condena a que me lo pague con los intereses adecuados. Me llama el dueño y me pide que por favor, hagamos otro plan de pago. Le digo que ya lo había hecho pero que no lo había cumplido. Me dice que es poco dinero y que lo paga cuando quiera. Le digo que lo haga. Me dice que si le obligo a que me pague es la ruina de su empresa. ¿No era poco dinero? Le digo que si no se ha puesto a pensar que, al no recibir yo ese dinero, si se había producido la ruina de mi empresa. Me dice que a lo mejor tiene que despedir a alguien, le digo que a lo mejor lo he tenido que hacer yo. Me dice que tenga cuidado con las sedes que me puede ocurrir algo. Se termina la conversación. Es lo único que he conseguido ganar en un juicio y era bastante dinero.

Maravillosa época en que los clientes buscaban la calidad y pagaban sin engaños. Significaba que todos respetábamos el trabajo de todos.

Tuvimos que comprar una nave más y alquilar otra en San Sebastián de los Reyes, por lo tanto, teníamos 3 naves: en la 2801, otra en la 2821 y otra en la 2826.Todo para dar una buena calidad y servicio a todos los clientes. Pero, empezó la crisis y todo empezó a cambiar. Lo único que no ha cambiado es nuestra forma de mantener la calidad. Seguimos haciendo los cambios necesarios para que vayamos a la perfección casi absoluta, pero no nos olvidemos de una cosa:

TODOS SON PERSONAS. Las máquinas nos han quitado mucho trabajo, pero ordenando a la maquina estamos nosotros: los seres vivos/humanos. Por lo tanto, por favor, no perdamos el respeto hacia el trabajo y los trabajadores.

Carmen Ruiz Atienza

Me he vuelto una mujer 2.0

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Nuevas tecnologías

Teniendo en cuenta que soy una mujer que “plena madurez”, me sigo asombrando yo misma de las ganas que pongo en todo aquello que las nuevas tecnologías me están ofreciendo.

Soy la pequeña de tres hermanas, de clase obrera, residente en un barrio obrero. Mis padres hicieron un esfuerzo para que las tres hermanas fuéramos a un colegio privado. Eso significaba que, en enero, cuando llegaban los Reyes Magos, se les habían caído los regalos por otras casas porque a la mía, cada año, le tocaba a una de nosotras recibir lo que habíamos pedido. La bicicleta que pedí cuando tenía uso de razón me llegó a los 10 años, precisamente, el mismo día que pasé de niña a mujer. Gracioso,  ¿no?

Recuerdo unos Reyes muy especiales. Yo esperaba como todos los años, que me llegara mi bicicleta. Había pasado la noche nerviosa y con los ojos muy apretados porque si los habría no me iban a dejar nada. Sin dormir durante toda la noche, oí como había ruido en la casa, cerré los ojos más fuertemente. Estaban ahí, me estaban dejando la bicicleta seguro, era una niña modelo. Noté como alguien se acercaba a mi cama, se agachaba y me daba un beso. La barba picaba, no se había afeitado bien. Yo apreté más fuerte los ojos. Se marcharon. Era de noche, todavía no podíamos levantarnos. De madrugada, me superó el cansancio y me dormí. De repente, sonó una música muy fuerte de Tom Jones, cantante de moda de la época. Nos despertamos todas, salimos corriendo, mis hermanas al tocadiscos que estaba sonando, yo buscando por el resto de la casa mi bicicleta. Bueno, pronto me di cuenta que no era mi año, tenía que seguir esperando y escuchando la música en ese tocadiscos. Mis primeros cuentos de Disney fueron en ese tocadiscos, con una voz femenina que relataba el cuento con un acento que no era de Jaén claramente, por lo menos, de algún país pasado el charco.

Cuento todo esto para que se sepa que soy de la época de los vinilos y además de la E.G.B., por tanto, mi admiración por todos los adelantos actuales, me recuerda algunas veces a mi abuela, que cuando veía paseando al hombre en la luna, decía que era todo mentira, aunque hay que reconocer que, después de tantos años, se intenta demostrar que tampoco pudiera haber sido muy real.

La realidad es que nuestras vidas han cambiado mucho con las nuevas tecnologías. Me hubiera gustado que en mi época hubiera habido móviles que hubieran hecho fotos de los momentos más difíciles o más bonitos de lo que llevo vivido. Casi todo está en mi recuerdo. Y hay veces que cosas que se te han olvidado, vuelven a tu cerebro como una ráfaga gracias a un olor o una palabra. Pero en realidad, me hubiera gustado tener los adelantos que tengo ahora para plasmar toda mi vida.

¡Cómo me gustaría ver en una foto el recuerdo de mis primeros pasos, llegando a la meta que eran las rodillas de mi madre! o ¡cómo me gustaría ver otra vez mi mano pequeña metida en la gran mano de mi padre y yo pensando que era un gigante!

Ahora, con las nuevas tecnologías todo esto se puede hacer. Si no te gusta como ha quedado la foto, la borras y la vuelves a hacer. Yo tengo un montón de carretes que no valen para nada, porque o bien estaban borrosas o bien no se veía nada de nada por la luz. Ahora todo es más fácil: los viajes, las alegrías, las tristezas, los MOMENTOS.

Lo bueno es que todo lo puedes compartir con todas las personas que te rodean: familiares, compañeros de trabajo, amigos, etc. Y además, sabes lo que ha sido de ellos en todo momento.

Hoy, lo hablaba con mi hija. Ella mantiene contacto con sus amigos del colegio, universidad, etc., a través de las redes sociales. Aunque no se vean todos los días o de vez en cuando, por lo menos se felicitan los cumpleaños, las navidades, etc.

Yo, en cambio, no lo puedo hacer, no existía ni el móvil, por lo tanto, no tengo casi ningún conocimiento de mis compañeros del colegio, del instituto, de otros trabajos, etc., y en el fondo, me da pena, porque es parte de mi vida que la tengo perdida.

Hace poco, leí que una empresa te preparaba un libro con lo que habías escrito durante años en el Facebook. Me pareció una buena idea, y que además, yo lo había pensado, porque desde que utilizo las redes sociales, creo que es uno de los mayores descubrimientos de la época.

En España, todavía no somos dados a utilizar las redes sociales, pero poco a poco, iremos sacándoles las ventajas que son muchas, como persona individual, como empresa, como conocimientos, como experiencias, como información, etc.

Tengo que reconocer que, cuando cambié de móvil de una marca a otra marca, me costó mucho. Mis experiencias han cambiado totalmente, lo que he aprendido en muchos temas no tiene nombre, y estoy deseando seguir aprendiendo. Soy como esa niña que esperaba con mucha ilusión que llegaran los Reyes y su bicicleta. Por cierto, sólo teníamos los Reyes, Papá Noel se había quedado en Escandinavia. Con la diferencia que ahora, para mí los Reyes son todos los días, porque todos los días aprendo algo nuevo con las tecnologías, y además, y lo más importante, sonrío mucho más. Primero, por el orgullo de lo que he conseguido y segundo, por ponerlo en práctica y ser feliz.

Para terminar mi viaje al pasado, quisiera hacer una pregunta al aire, porque yo no he encontrado la solución. Con tantos avances tecnológicos, que hasta se pueden fabricar armas con una impresora 3D, o con la misma impresora se puede hacer una prótesis de un hueso e implantarlo, ¿cómo es posible que tengamos que seguir utilizando las impresoras matriciales para imprimir en papel autocopiativos? Si existe otra forma que me lo digan, porque hasta los cheques de los bancos son de 2 copias y se necesitan o bien lo haces a mano. En nuestro caso, como empresa Courier, seguimos utilizando los albaranes de este tipo para que los clientes, si quieren, rellenen los datos, porque a lo mejor no les gusta o no tienen Internet en su trabajo para hacerlo a través de la web. Y a día de hoy, todavía nos siguen pidiendo éstos albaranes y seguimos teniendo una impresora matricial para sólo éste tema, porque los cheques al final, prefiero hacerlos a mano.

Tantos adelantos para algunas cosas y otras seguimos un poco atrás, ¿no os parece?

¿Tenéis algún caso parecido? ¿Os viene a la cabeza alguno más?

Carmen Ruiz Atienza

Piedras en el camino

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Piedras en el camino

Sigo con los recuerdos de aquellos años en que todo era nuevo y te producía una mezcla de inseguridad y temor, y que ahora tiene una frase para definirlo: salir de la zona confort. Es como el humorista que actualmente busca todos esos significados huérfanos de significantes para asignarles una palabra. ¿No os pasa a vosotros también? Yo tengo un problema con esto. Soy única para cambiar refranes, palabras, significados, etc., Me los invento, pero creo que es debido a mi etapa revolucionaria. No estoy de acuerdo con algunas palabras y me hago una rebelde mental, y además, me gustaría ser tan ocurrente como el humorista que hago referencia y que seguro que todo el mundo conoce.

Ahora que acabo de hablar de mi etapa revolucionaria, recuerdo a mi personal cuando se ríe y les cuento mis canciones según mis etapas. Todo el mundo a lo largo de su vida, pasa por diferentes etapas. Todas ellas están claramente relacionadas con canciones y/o hechos históricos, aunque sea para uno mismo. Yo he tenido varias etapas, muchas.

Una vez pasada la etapa de que nadie nos conocía, que empezamos a demostrar lo que podíamos conseguir y la crisis se marchó, empezamos a crecer y a crecer y a crecer.

En el año 1999, compramos una nave, la anterior estaba en alquiler. Nos trasladamos en julio-agosto de dicho año, aunque, tuvimos un robo total en junio de ese mismo año para despedirnos de la anterior nave. Este robo fue gracioso, aunque lo digo irónicamente como es lógico, debido al sufrimiento producido. Yo llevaba meses separada aunque seguimos trabajando juntos hasta el 2004, momento de la separación definitiva de las sociedades y por lo tanto, de las delegaciones. El día de San Antonio, santo de él, lo estábamos celebrando en su nueva casa. Un vecino me llamó para decirme que la puerta de la nave estaba abierta y que creía que nos habían robado. En esos momentos, yo tenía una furgoneta Nissan Serena para toda la familia. Cogí a mis padres, hermanos, sobrinos e hija, y todos en la furgoneta a toda velocidad para ir a la nave. La verdad es que intentaba no ir nerviosa y sobre todo, tenía que demostrar tranquilidad y cara de que no pasaba nada para no asustar a los que estaban dentro del coche. En San Sebastián de los Reyes hay una zona en la que cada pocos metros hay badenes, que además ahora han dado orden de rebajarlos, pero en aquel momento estaban súper altos. Como los pasaba a un poco más de la velocidad permitida (espero que ya esté prescrito o que no lea esto la Guardia Civil) cuando pasábamos por los badenes, se producían unos saltos, que uno de mis sobrinos aprovechó para querer hacer de superman y paso del final de la furgoneta hasta casi a mi lado, donde le frene. La furgoneta tenía dos asientos al final y luego un pasillo con dos asientos movibles, y al final la conductora y el acompañante. En total 6 plazas. Lo explico para  conseguir que podáis visualizar el momento.

Hablando de los famosos badenes de Sanse, en otro coche hizo que del golpe se estropeara el carter del coche, iba a una reunión de central, pasaba a buscar a una persona y, ¡zas!, noté un pequeño golpe en el bajo del coche. Llegué a buscar a la persona, llegué también a la reunión, pero cuando salí de ella, tenía todo el aceite en la acera del coche y sin locomoción posible. A esperar a la grúa. Otra anécdota.

Sigamos con el robo. Cuando llegué a la nave, me estaba esperando la policía. Me hablaron de muchas cosas, pero yo solo veía la nave VACÍA, totalmente vacía. No habían dejado nada o casi nada. Una pantalla, una CPU, alguna silla, mesa y la correa de mi cámara de fotos. Lo de mi cámara de fotos es gracioso, quería tener un recuerdo de la nave antigua y además hacer unas fotos de la nueva, y tenía la cámara de fotos en la nave. Se llevaron mis recuerdos y no tengo fotos de nada de lo que quería, porque se me quitaron las ganas durante un tiempo. Pero, ¿por qué me dejaron la correa? ¿Para que nunca me olvidara de esto? Recuerdo que, además, me dejaron una cajita pequeña vacía, pero como venía del extranjero venía con una factura, que gracias a Dios, nos sirvió porque al comunicárselo al cliente al principio tenía un valor enorme, pero luego cuando le enseñamos la caja se dio cuenta que era una pequeña “tuerca”.

Nos robaron en el fin de semana, por lo cual pudimos notificar a Nacex el lunes lo que nos estaba pasando. Lógicamente, no se podía hacer nada porque no teníamos ordenadores. Se hizo todo manualmente hasta el final, que nos llevamos los paquetes a la plataforma de Madrid y ahí tecleamos todo. Al mismo tiempo, estaba coordinando la llegada de un informático desde Barcelona para ponernos el servidor y los ordenadores. Estando en la plataforma tecleando sentada en una gran caja, me avisaron que el informático estaba en Madrid. Le fui a buscar al aeropuerto y nos marchamos a la nave, pero faltaban los ordenadores y el servidor. ¿Dónde estaban? Pues eran los asientos que teníamos en la plataforma. Fuimos a por ellos y estuvimos toda la noche en vela para arreglarlo todo. El pobre informático se vino a mi casa para dormir un poco y vuelta a empezar para la oficina. Y se arregló. ¿Veis cómo entre todos superábamos rápidamente los obstáculos?

Por desgracia, también nos robaron el fax. Por aquel entonces, el fax era lo que hoy es el Whatsapp, aunque parezca mentira. Las notificaciones de los envíos a Canarias, por ejemplo, se hacían por fax (bueno, hasta se hace ahora), y como ese lunes, avisamos de lo que nos estaba pasando, resulta que el martes, una delegación de Canarias dijo que nos había pedido la recogida por fax y que no se lo habíamos hecho. Al explicar lo que estaba pasando, dijo que era urgente y que me las apañara. Con mucho cariño un mensajero mío cogió el paquete, le metimos en un vuelo rumbo a las Islas, y allí que se marchó a hacer la entrega. No mucho más tarde (por desgracia no le dejamos estar mucho tiempo disfrutando del buen tiempo y tuvo un poco de tiempo de relax), vuelta para la península.

Todo esto ha servido para que, ahora, en nuestra Intranet tengamos continuamente información de todo lo que les ocurre a las agencias que no tienen fax, que no tienen teléfono, etc., Además, ahora, todo lo hacemos por ordenador y tenemos el tiempo que hay que contestar a una recogida. Por lo tanto, si vemos que no se lee, es que algo ha pasado, y podemos arreglar el problema antes de que el mal sea mayor. ¡Qué bien me hubiera venido esto a mí en ese momento!

Lo que es importante es que, al mismo tiempo que estábamos con el robo, se estaba preparando la nueva nave con coordinación telefónica, obras, licencias, etc. Luego Dios ahoga, pero no mata, aunque algunas veces lo he dudado.

Otro de los momentos más difíciles es cuando hay que despedir a las personas.

Es gracioso. Primero, tuve que aprender a preparar entrevistas para conseguir trabajo, luego a hacer exámenes para opositar, y ahora, era yo la que estaba en el otro lado de la mesa para hacer las entrevistas y saber si era la persona que nos interesaba en esos momentos. Pero, creo que esto lo dejaré para otra entrada dedicada a ello.

Y ya vale por hoy de piedras en el camino, siempre hay que mirar lo positivo y la fuerza que nos da todo lo que vivimos.

Carmen Ruiz Atienza